Conflictos mundiales * Blog La cordura emprende la batalla


domingo, 24 de marzo de 2019

Más de 120 pueblos de la España vacía inflan el censo para influir en las municipales






Con la cercanía de las municipales se han disparado los empadronamientos sospechosos que influyen en el resultado. El Confidencial identifica aumentos anómalos de hasta el 100%



La España vacía parece menos vacía cuando se acercan las elecciones. La proximidad de las municipales ha disparado movimientos anómalos en el censo electoral de españoles residentes en España (CER) en pequeños pueblos de la España interior, allí donde un puñado de votos decantan la victoria electoral.


 La Oficina del Censo Electoral ha trasladado a la Junta Electoral Central (JEC) 30 pueblos que está investigando por inflar artificialmente el número de votantes en los meses previos a los comicios del 26 de mayo. 


 Pero un análisis del CER realizado por El Confidencial desvela más aumentos sospechosos de hasta el 100% en más de un centenar de pequeños pueblos.






El fraude del censo electoral resurge con más o menos fuerza cada cuatro años. 

La oficina del censo denuncia ya 30 casos


A menudo son antiguos vecinos que se han mudado a la ciudad los que se empadronan a pocos meses de las elecciones para votar, aunque la norma exige residir allí donde uno está empadronado.
 

 En época de la burbuja los planes urbanísticos desaforados animaban a aumentar la población para poder recalificar terreno.


En pueblos con resultados apretados, alcaldes y opositores tiran de teléfono y amistades para conseguir fieles.


En algunos casos se han denunciado la existencia de empadronados sin ninguna relación con el pueblo, en ocasiones comunitarios con derecho de voto en las municipales, o el empadronamiento de una treintena de personas en la vivienda particular del alcalde.


 El fraude del censo electoral resurge con más o menos fuerza cada cuatro años. A menudo son antiguos vecinos que se han mudado a la ciudad los que se empadronan a pocos meses de las elecciones para votar, aunque la norma exige residir allí donde uno está empadronado.


 En época de la burbuja los planes urbanísticos desaforados animaban a aumentar la población para poder recalificar terreno. En pueblos con resultados apretados, alcaldes y opositores tiran de teléfono y amistades para conseguir fieles.


En algunos casos se han denunciado la existencia de empadronados sin ninguna relación con el pueblo, en ocasiones comunitarios con derecho de voto en las municipales, o el empadronamiento de una treintena de personas en la vivienda particular del alcalde.


 






No hay comentarios:

Publicar un comentario

GRACIAS POR TU OPINION-THANKS FOR YOUR OPINION