El sindicato vasco LAB, conjuntamente con el andaluz SAT, denuncian la explotación laboral en el espárrago.
Los jornaleros no recuerdan una
campaña tan mala como la de este año, donde las conseveras están
rechazando los espárragos que no son de la máxima calidad. LAB y SAT
insisten en que se realicen más inspecciones ante el empeoramiento
evidente de las condiciones de los trabajadores del campo.
“Lo que queremos pedir al Gobierno de Nafarroa es que informe a los
productores del campo de las obligaciones para con los trabajadores y,
también, que se eduque a los propios trabajadores de sus derechos
fundamentales”, ha comentado Berta García, de LAB, antes de presentar su
escrito ante el departamento de trabajo.
García se ha apoyado en la lucha llevada en Huertas de Peralta para
reivindicar los derechos de uno de los colectivo más precarizados de
Nafarroa. La sindicalista ha censurado que se pretenda construir una
marca como la de Reino Gourmet, que defiende los productos agrícolas,
sobre una realidad de explotación y de vulneración de los derechos de
los trabajadores.
“A esa marca hay que darle un valor añadido de respeto
de las condiciones laborales”, ha apuntado.
La protesta era una acción conjunta con el SAT, cuyo líder, Óscar Reina,
ha centrado las peticiones a lo que está ocurriendo en la campaña del
espárrago. “Nos estamos encontrando con llamadas de compañeros de
Andalucía que no tienen en ocasiones dinero para pagarse el billete de
vuelta”.
“Una democracia que tiene unos derechos escritos negro sobre blanco,
pero que luego no se cumplen, es una cáscara vacía”, ha apuntado Reina.
“Los convenios del espárrago ya son bastante bajos, de 7 euros la hora,
cuando se trata de un trabajo que se realiza por la noche, que es
complicado, sobre un terreno a veces pantanoso, donde hay lesiones
porque no se ve…”, ha proseguido el sindicalista.
“Y encima, este
convenio ni siquiera se cumple”.
Entre los compañeros de Reina se encontraba Juan Pastrana, que ha
trabajado durante 20 años en campañas del espárrago, ha relatado que las
condiciones de trabajo han ido a peor. “Cuando empecé, se cogía con una
cesta y un cuchillo. Trabajabas de día, echabas tus horas y te ganabas
un jornal.
Cuando llegó la moda del plástico empezaron con que había que
cogerlos de noche, porque le da el sol y se pone verde o morado. La
carga de trabajo, desde entonces es mucho mayor”, ha explicado el
jornalero.
Las condiciones de los compañeros no se respetan, según el testimonio de
Pastrana. “Antes se pagaban los espárragos de primera, de segunda y de
tercera, ahora solo nos están cogiendo los de primera. Segunda y tercera
no la quieren. Igual vas con seis cajas y solo te seleccionan una. Todo
el trabajo que te ha costado arrancar de la tierra los demás, no vale
para nada”, ha continuado.
“Llega un momento en el que tres personas de una misma familia han
estado trabajando toda la noche, ocho horas o más, para un único
jornal”, ha relatado Pastrana. El jornalero dice que, en general, todo
ha ido a peor.
Antes se pagaba el viaje, el alojamiento e “incluso el butano”, pero hoy ya no se pagan nada. “Es un si quieres lo coges y, si no, lo dejas”.
Antes se pagaba el viaje, el alojamiento e “incluso el butano”, pero hoy ya no se pagan nada. “Es un si quieres lo coges y, si no, lo dejas”.
El jornalero viene de Jódar, en Jaén, una localidad que no llega a
12.000 habitantes pero que puede llegar a mandar a Nafarroa a 2.000
jornaleros para la campaña del espárrago. “Antes se cogía al 50%,
dividiéndose la ganancia entre el jornalero y el propietario.
Hoy la rentabilidad del jornalero baja hasta el 35-40%, o cómo les da la gana”.
Hoy la rentabilidad del jornalero baja hasta el 35-40%, o cómo les da la gana”.
La campaña durara hasta principios de julio, sobre los sanfermines. “Lo
que no se ha conocido nunca una campaña como la de este año, donde los
espárragos de segunda se estén teniendo que regalar”.
La Otra Andalucía
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