La posible responsabilidad de Juan Carlos de Borbón en el intento de
golpe de Estado del 23F es uno de los aspectos más oscuros de su
reinado, sospechas que se incrementan por la negativa a desclasificar
los documentos oficiales relacionados con este hecho histórico
En la primera entrega de este análisis de la trayectoria no oficial
de Juan Carlos de Borbón pudimos ver cómo, durante la Transición, se
diseñó una democracia a la carta de los intereses del monarca.
Otro de los aspectos turbios del reinado de Juan Carlos fue el 23F,
una operación que muchos autores y periodistas han catalogado como un
golpe a favor del rey, no con la intención de que cambiar el modelo de
Estado.
El 23 de febrero no se salvó a la democracia, sino que se
rescató a la monarquía.
Hay demasiadas evidencias sobre la presunta
implicación de Zarzuela en el intento de golpe, pero, de momento y hasta
que se desclasifiquen los documentos, seguirán siendo evidencias.
Cuando se intenta dar un golpe de Estado, uno de los objetivos
principales de los conspiradores es el aislamiento del Jefe de Estado al
que se pretende derrocar. Sin embargo, ese día desde Zarzuela se tuvo
contacto con el exterior sin ningún problema.
Hay que tener en cuenta
que la situación política de aquel año 1981 era crítica y la ciudadanía
podría rebelarse contra el monarca.
Existía una crisis económica ante la
que el gobierno de Suárez no podía hacer frente.
A esto se sumaba la
enorme división en la UCD y la desconfianza entre Juan Carlos de Borbón y
el presidente.
Para el Jefe del Estado, Suárez era ya una figura
amortizada que había cumplido su función en la Transición.
La propuesta
realizada por el general Armada a Juan Carlos de Borbón en enero de 1981
de un gobierno de concentración encabezado por un general no pareció
disgustar a Zarzuela.
El que fue durante años uno de los mentores del
rey mantuvo reuniones con los diferentes líderes políticos de la época
y, evidentemente, Juan Carlos de Borbón era consciente de ello.
Sin embargo, a los españoles se les vendió otra versión: Juan Carlos
de Borbón como salvador de la patria, un hecho que le reforzó en su
posición.
Hay que recordar que, durante el juicio de los golpistas, las
defensas de éstos exigieron que el Jefe del Estado compareciera como
testigo para que respondiera a las preguntas sobre su implicación en el
golpe.
Todo el aparato del Estado se movilizó para impedir que Juan
Carlos de Borbón acudiera al tribunal.
Además, Armada pidió permiso para
exponer en el juicio el contenido de una reunión que mantuvieron ambos
diez días antes del golpe.
El Jefe del Estado no lo permitió. ¿Qué tenía
que ocultar?
https://diario16.com/juan-carlos-de-borbon-el-heredero-de-franco-que-impidio-una-democracia-
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