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Buddy también llamado el “perro canillita”, tenía 14 años y era reconocido por ser el perrito que repartía los diarios y compraba su propia comida. Él era muy dulce, inteligente, y sin duda logró ganarse el corazón de muchas personas que hoy se encuentran de luto tras su fallecimiento el pasado viernes, según La Nación.
Buddy se dio a conocer por un vídeo viral en donde se le podía ver caminando hacia una tienda de comida para animales desde el puesto de diarios de Alberto, su padre, en Castelli y Charlone. Él regresaba con su comida en una bolsita en la boca.


“Un día se me apareció una señora mayor. Había venido en taxi desde Aldea Romana. Me dijo que había estado esperando para cobrar para venir a ver a Buddy y acariciarlo. Y una vez, a una vecina nuestra le mostraron el vídeo del perrito en un restaurante donde estaba comiendo con amigos en Francia. La gente me sorprendía todos los días”.
“En realidad, nunca estuvo en mis planes comprar un perro. Pero mi hija mayor, que entonces tenía 10 años, había visto una película que se llamaba Buddy y quería el mismo animal. Yo le explicaba que en la calle había muchos sin hogar para adoptar.
Pero por esas cosas de la vida, justo me ofrecieron un cachorro, último de una camada, que había quedado rezagado con su mamá. Pagué casi nada por él y no me arrepiento, todo lo que nos dio en estos años no tiene precio”.
Paula Quintero
Buddy siempre fue un perro muy noble, leal, amoroso y sobretodo
inteligente, pero su hora de partir llegó y ha dejado un gran vacío en
el corazón de muchas personas.
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Buddy también llamado el “perro canillita”, tenía 14 años y era reconocido por ser el perrito que repartía los diarios y compraba su propia comida. Él era muy dulce, inteligente, y sin duda logró ganarse el corazón de muchas personas que hoy se encuentran de luto tras su fallecimiento el pasado viernes, según La Nación.
Buddy se dio a conocer por un vídeo viral en donde se le podía ver caminando hacia una tienda de comida para animales desde el puesto de diarios de Alberto, su padre, en Castelli y Charlone. Él regresaba con su comida en una bolsita en la boca.
Buddy compraba su propio alimento

“Por más que lo empujaras para cruzar, no lo hacía si yo no le daba la orden. Era super inteligente. El día que fuimos hasta el forraje de la esquina a comprar su comida y le dejé dicho a la chica que él iba a ir sólito con su bolsita y el dinero, me miró raro”.

“Un día se me apareció una señora mayor. Había venido en taxi desde Aldea Romana. Me dijo que había estado esperando para cobrar para venir a ver a Buddy y acariciarlo. Y una vez, a una vecina nuestra le mostraron el vídeo del perrito en un restaurante donde estaba comiendo con amigos en Francia. La gente me sorprendía todos los días”.
“En realidad, nunca estuvo en mis planes comprar un perro. Pero mi hija mayor, que entonces tenía 10 años, había visto una película que se llamaba Buddy y quería el mismo animal. Yo le explicaba que en la calle había muchos sin hogar para adoptar.
Pero por esas cosas de la vida, justo me ofrecieron un cachorro, último de una camada, que había quedado rezagado con su mamá. Pagué casi nada por él y no me arrepiento, todo lo que nos dio en estos años no tiene precio”.
Buddy falleció
Alberto sin duda se encuentra muy orgulloso de
lo increíble que llegó a ser Buddy, él afirma sentirse como un padre
real y no puede contener la emoción de recordar a quien lo acompañó
durante tantos años.
Por otra parte, un vecino decidió brindar parte de su terreno para que este perrito fuera sepultado en el barrio donde vivió.
“Sus
análisis estaban perfectos, se vino abajo en cuestión de días. Tenía
que ayudarlo a pararse y para que comiera le mojaba el alimento con pan y
leche. No sufrió, no tuvo dolor, el veterinario me dijo que un perro de
este tamaño no vive más de 10, 12 años. El llegó a los 14 y bien de
salud. Me consuela saber que el gordo descansa tranquilo”.
“Era mi
amigo, mi familia. Te hacía el aguante en todo, siempre hacía caso,
quería comer todo el día, tuvo una vida hermosa, acariciado y mimado por
toda la gente que se acercaba al quiosco”
Es
cierto que nunca nos encontramos preparados para despedir a los
animales que durante tanto tiempo nos han brindado amor, pero
agradecemos que este perrito haya podido vivir plenamente durante 14
años y que ahora permanezca como un lindo recuerdo para quienes lo
llevan en su corazón.
Descansa en paz Buddy.
Paula Quintero




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