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La Guardia Civil considera que el líder del PP fingió una deuda con una sociedad para hacerse una casa en Madrid
Los documentos fueron encontrado en el registro de la vivienda que el expresidente de la Comunidad Valenciana y líder del PP Eduardo Zaplana tenía en Valencia.
En un primer momento, ninguno de los dos papeles llamó la atención de
los investigadores.
Eran solo dos nóminas de la persona que el realizaba
labores de limpieza en una vivienda. Sin más trascendencia. Los
documentos fueron referenciados por la secretaria judicial como el
legajo número 23 de la documentación incautada en la vivienda y el
registro prosiguió sin incidentes.
La sorpresa llegó después, cuando los agentes de la Guardia Civil
comenzaron a atar cabos y descubrieron que Eduardo Zaplana daba
instrucciones concisas sobre lo que hacer con una vivienda en la calle
Núñez de Balboa de Madrid.
Una vivienda que sobre el papel estaba a
nombre de una sociedad que nada tenía que ver con el político
valenciano. Nada excepto, por ejemplo, que las nóminas encontradas en su
casa eran para contratar a una persona que diera servicios de limpieza a
esa vivienda.
Los agentes ataron cabos, y relacionaron de forma indiciaria la
documentación con una de las conversaciones que habían captado entre
Zaplana y otro de los investigados, un asesor fiscal de su entorno
llamado Francisco Grau.
En ella, parece que el político
le pide que prepare lo que parece ser un finiquito para una empleada:
"La única preocupación que tengo ahí es resolver con esta señora, un
papelito que diga adiós y ya está".
Un manuscrito
Sobre
el papel había un indicio: Zaplana tenía vinculación con una vivienda
en Madrid a nombre de una sociedad. Los especialistas financieros de la
Guardia Civil analizaron entonces otra pieza de documentación, la
encontrada en la vivienda particular de uno de los constructores
investigados en la causa, llamado Joaquín Barceló.
El documento era un
manuscrito con instrucciones para operar con unos terrenos en
Villajoyosa (Alicante) valorados en más de dos millones de euros
y para la compra de un piso en Madrid. Al mirar la fecha, los agentes
se percataron de que ese día, 1 de junio, jueves, Zaplana había comido
con el constructor poco después de reunirse, según su agenda personal,
con José María Aznar en FAES.
Los
agentes retrocedieron varios años en las agendas de Zaplana. En
concreto hasta 2009. Allí localizaron dos apuntes "de las que se
infiere" que Zaplana fue a visitar la casa comprada al año siguiente en
Madrid y escriturada a nombre de una sociedad de terceros, llamada Costera de Glorio.
Ocho años después, el documento manuscrito fechado el 1 de junio de
2017 recoge instrucciones para la venta de ese mismo inmueble. "A lo
largo de la investigación se han recogido evidencias sustanciales de que
el titular real del inmueble es Eduardo Zaplana", concluyen en su
informe los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia
Civil.
Ese mismo documento llevaba otra anotación: "La chica de la
limpieza (ilegible) se le pague en efectivo).
Una deuda que parece ficticia
Sin
embargo, los agentes encontraron un documento que vinculaba de forma
directa a Zaplana con la vivienda. Era un contrato privado entre el exportavoz del PP en el Congreso
y uno de los constructores investigados, que actuaba en nombre de la
sociedad supuesta propietaria del inmueble.
La que lo compró en 2009. El
documento dice que la empresa Costera de Glorio entrega la propiedad de
la casa en Madrid a cambio de una deuda de medio millón de euros que la
firma debía a Zaplana por servicios profesionales.
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