Corinna Larsen, examante del rey, envió una carta a la Casa Real en
marzo del año pasado en la que afirma que Juan Carlos I le pidió en 2014
que devolviese los 65 millones de Arabia Saudí que le había transferido
dos años antes como un "regalo" desde la cuenta de la Fundación Lucum
en un banco suizo, según ha publicado El Mundo este viernes.
La empresaria dice en la misiva que se negó porque quería "evitar
potenciales acusaciones por delitos financieros" y, entonces, el rey
emérito la acusó "falsamente de haberle robado sus bienes".
En el documento remitido al jefe de la Casa Real, Jaime
Alfonsín, por el bufete de Londres Kobre & Kim, Larsen asegura que
se pone en contacto para "proporcionar información de interés para los
reyes" y con el objetivo de que cesase "la campaña de difamación e
intimidación que sufría desde hacía siete años" por parte tanto del "rey
emérito como del general Félix Sanz Roldán, director del CNI".
Larsen detalla que en 2012 recibió "una cartera de inversión
abierta en el Banco Mirabaud de Ginebra con una fundación denominada
Lucum", un regalo que "no fue solicitado en ningún momento" por ella, y
explica que figuran como beneficiarios, además del rey, Felipe VI y la
infanta Leonor.
La transferencia que realizó el rey emérito a la empresaria
alemana en 2012 procedía a su vez de una donación al monarca del ya
fallecido rey Abdalá de Arabia Saudí.
El dinero -un "regalo"para ella y
para su hijo por el "cariño" que les tenía, según su versión ante los
fiscales suizos que investigan el origen del dinero -acabó en una cuenta
en Bahamas del banco Gonet de Ginebra a su nombre.
Según el relato de
Larsen, en 2014, dos años después de realizarle esa transferencia, Juan
Carlos I pidió que le devolviera los fondos y ella lo rechazó "para
evitar posibles acusaciones por delitos financieros".
Entonces el
monarca la habría acusado "falsamente de haberle robado sus bienes" y
habría puesto en marcha una "campaña" de acoso contra ella.
"El rey emérito difamó y acusó por este hecho [a Corinna] ante
sus clientes y socios", dice el documento, según El Mundo, que señala al
CNI y a Sanz Roldán por la fabricación de "noticias falsas" en la
prensa.
En concreto, al entonces responsable del CNI lo acusa de la
"filtración deliberada a la prensa de detalles del viaje a Botsuana". En
otro momento asegura que Roldán actuaba con conocimiento del rey.
Felipe VI reconoció, cuando renunció a la herencia de su padre
en marzo de este año, que conocía la existencia de la fundación panameña
desde el año previo, 2019, a través de los abogados de Larsen.
Esta es
la carta con la que se le habría informado de los hechos, según El
Mundo.
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