Conflictos mundiales * Blog La cordura emprende la batalla


domingo, 19 de julio de 2020

Sádicos «Marca España»




Que si el gallo no sufre, que si viven de puta madre en no sé qué jaulas y que si no se crían se extinguen… ¿A qué me está sonando esto? La cosa es torturar… una especie de «mono» por matar animales por diversión (y por dinero).


El caso es que tres de los toreros más famosos fueron ‘pillados’ en una pelea de gallos durante el Estado de Alarma. Viendo de quiénes se trata, luces, lo que son luces, salvo en el traje, de pocas pueden presumir. 


Así, Padilla, Morante de la Puebla y López Simón podrían enfrentarse a dos años de cárcel por el delito de maltrato animal, aunque el SEPRONA alerta de que podrían haberse dado más infracciones. 


Las informaciones aportadas por un testigo anónimo son reforzadas por fotografías de los toreros, tomadas entre el 20 y 21 de junio en Sanlúcar de Barrameda, aún en Estado de Alarma.


Según la testifical admitida como prueba «Fue un domingo en Sanlúcar de Barrameda, fue durante el confinamiento, todo el mundo sin mascarillas. Me sorprendió que se dejaran ver un espectáculo como este. No me lo esperaba. El evento dura unas cuatro o cinco horas. Hay unas cien peleas y terminan cuando uno de los gallos muere«.






 El Acta de Denuncia refleja que los toreros no pretendían ocultarse en ningún momento ya que son bien conocidos en esos entornos. Además, no serían habituales simplemente por su afición, si no que llevarían a sus propios gallos para intentar sacar un buen partido de las grandes apuestas que allí se mueven.


Está por ver las consecuencias que esta ‘afición’ pueda tener para sus trayectorias taurinas, pero el SEPRONA alerta que los toreros pueden enfrentarse a las citadas penas de cárcel de hasta 2 años y, lo que es MUY IMPORTANTE, a la inhabilitación para no realizar actividades con animales durante 4 años por maltrato animal y, en especial, el maltrato en espectáculos no autorizados (articulo 337 del Código Penal).


 Además, podría estar agravado ya que este tipo de eventos no los suele organizar una persona si no que suelen estar integrados en una red, lo que les mete en un entramado criminal en el que el delito de maltrato animal puede quedarse pequeño al ir sumando delitos como el de las apuestas ilegales.




En el colmo del despropósito el torero ultra Padilla intenta poner la cultura como excusa. Casi nada… un zote de manual, prototipo de la España profunda, hablando de cultura. No dejaría de tener su gracia si no fuese porque este tipo, gracia (como luces) pocas tiene.

 

Preguntado sobre si lleva o no gallos, Padilla respondía que «pues… no, si, vamos…. yo… pero que no… no negocio con ello«, y opta por incluir las batallas de gallos en el citado saco de la cultura para defenderse: «Es un amor a nuestra cultura, al toro, al flamenco… Mi pasión es mi cultura, y mi cultura pues es también los gallos«. «Marca España» en estado puro, nuevamente representada por un profesional del paletismo.


 ¿Y a este pobre cateto le llaman maestro? En fin…


Las peleas de gallos son ilegales en el Estado español a excepción de Canarias y Andalucía, donde deben cumplir importantes requisitos para ser legales. En primer lugar deben tener autorización del Ayuntamiento, que no haya intercambio de dinero y no lo presencien menores de 16 años. 


Condiciones que no se cumplirían en el citado caso de los tres toreros que, en ese momento, además, se saltaron un confinamiento preventivo determinado en Fase 3 en dicho Municipio y alguno de los colindantes.



 El rincón del protestón






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