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miércoles, 16 de septiembre de 2020

El truco para adelgazar comiendo frutos secos: la leyenda de que engordan es falsa

Frutos secos / Freepik




Cuando alguien se dispone a elaborar una dieta para perder peso, uno de los primeros alimentos que elimina de la lista de la compra son los frutos secos, considerados en el imaginario colectivo como grandes enemigos de las dietas por su alto contenido calórico.


 La leyenda, sin embargo, es falsa, ya que las grasas insaturadas presentes en estos alimentos pueden llegar a ser unas de nuestras grandes aliadas a la hora de ver bajar el número de la báscula.


Nueces / Pixabay
Las nueces son los frutos secos estrella por la multitud de beneficios que aportan 

 

Los frutos secos, alimentos totales


Los frutos secos son fuente de grasas insaturadas que sirven para reemplazar las grasas saturadas. Además, algunos contienen omega-3, especialmente las nueces, que tal y como demostraron unos científicos de la Universidad de Praga conlleva a una pérdida de grasa en el cuerpo.


Los frutos secos también son una importante fuente de proteínas vegetales y fibra, lo que provoca en nuestro cuerpo una sensación de saciedad, lo que también ayuda a que nuestro cuerpo nos pida consumir menos calorías, tal y como demuestra una reciente investigación publicada en Obesity Medicine.


Por si todos estos argumentos no fueran suficientes, también hay que tener en cuenta que los frutos secos estimulan la masticación y el gasto de calorías que tiene el cuerpo para metabolizar lo que comemos.


Una investigación publicada en el Asia Pacific Journal of Clinical Nutrition reveló que las personas que consumen frutos secos queman más energía mientras descansan.


Almendras / Pixabay
Las almendras son ricas en proteínas, tienen antioxidantes y ayudan a reducir los niveles de colesterol 

Evitar frutos secos procesados: mejor al natural


Una vez confirmado que la presencia de los frutos secos en nuestra dieta nos irá bien para perder peso, ahora toca decidir qué frutos secos compramos y, sobre todo, en qué formato. Y es que en el supermercado lo venden de muchas formas distintas, y no todas nos sirven. En este sentido, hay que obviar todos aquellos que hayan sido procesados, fritos, rebozados con algún sabor extra, caramelizados o incluso en forma de crema.


La clave del éxito consiste en consumir frutos secos en su estado natural. Aquí también entra la opción de añadirlos a nuestras recetas, para acompañar pastas, arroces o ensaladas, o añadidos en pasteles y magdalenas.


Frutos Secos / Pixabay
Las nueces, las almendras y los dátiles, los tres frutos secos mejor considerados por los nutricionistas 

 

El top-3 de los frutos secos


Pese a que todos los frutos secos, en su justa medida, son buenos para mantener una dieta equilibrada, según diferentes investigaciones los 3 más recomendados son las nueces, las almendras y los dátiles.


Las nueces, a parte de ser buenas para el corazón, tienen un alto contenido en ácidos omega-3, tienen propiedades antioxidantes y son ideales para luchar contra el colesterol.
Las almendras, por su parte, son ricas en proteínas para desarrollar masa muscular sin grasa, tienen antioxidantes y ayudan a reducir los niveles de colesterol.


Por lo que refiere a los dátiles, que nos aportan dulzor a unas dietas en las que acostumbra a faltar, tienen mucho hierro, son ricos en fibra y ayudan a eliminar toxinas del organismo. Además, tiene un gran efecto saciante.



 




 

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