Conflictos mundiales * Blog La cordura emprende la batalla


viernes, 30 de octubre de 2020

Y os maldigo cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo...

 

Yo os maldigo...

 

Y os maldigo cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo... Y lo hago envuelto en rabia, en decepción, incluso con rencor e inquina. No. No pongáis esa cara de sorpresa, ni penséis que he perdido la cabeza. No tiréis balones fuera, ni os eximáis de toda culpa. Os maldigo con conocimiento de causa y asistido por la razón de aquel que dio hasta lo que no tenía y ahora, que necesita que den por él, no dais ni las migajas.

 

Hace tiempo que la muerte me acecha y, hasta ahora le he hecho frente, con cojones e ilusión, sabiendo que algún día me llevaría con ella, pero no porque yo se lo hubiese puesto fácil. Sin embargo, habéis conseguido que no me importe vivir, que baje los brazos, que no le ponga trabas, que dé por bueno que irme para siempre no será peor que quedarme aquí.

 

Sois una generación egoísta, sin principios salvo aquellos que impliquen a vuestro yo. Egocéntricos, desapegados, cómodos, ególatras, ambiciosos, interesados... Os lo habéis encontrado todo hecho, sin saber lo que es luchar para conseguirlo. Todo servido en el puto plato, masticadito para que no os costase digerirlo. No sabéis lo que es luchar por vuestros derechos. No sabéis lo que es pasar hambre y necesidad. 

 

No sabéis lo que es sufrir la represión de una dictadura y ni lo que es que te muelan a palos por decir lo que piensas. No sabéis lo que significa el espíritu de sacrificio que supone quitarse de lo tuyo para dar una carrera a tus hijos. Ni tenéis idea de lo que es cuidar de vuestros mayores y verlos morir en casa. 

 

Tampoco parece que os importa que prioricemos el cuidado de los nietos a nuestro tiempo, tan merecidamente ganado, para que vosotros dispongáis del vuestro. Habéis pasado por alto que hayamos estirado nuestras míseras pensiones para que, cuando os vinieron mal dadas, no os faltase de comer o pudieseis pagar el recibo de la luz... Todo lo habéis pasado por alto porque parece que os consideráis una generación con todos los derechos adquiridos, pero ninguna de las obligaciones.

 

Y ahora que os pedimos que no os quedéis cruzados de brazos, que exijáis, como nosotros lo hicimos es su momento, que nuestro último recorrido sea digno. Que alcéis la voz ahora que a nosotros no se nos oye, que demandéis a los políticos y a las autoridades competentes que velen por nuestro bienestar...

 

 

 Que penalicen con dureza los abusos y controlen regularmente que la ley se cumpla en las Residencias... Que nos atiendan como merecemos y no nos encierren apartándonos del mundo, de los nuestros, de su amor y calor, a la espera de que nos apaguemos por combustión espontánea porque nuestra alma se haya quedado sin el oxígeno necesario para seguir ardiendo... 

 

Pero optáis por mirar a otro lado. Es un problema que nos os incumbe, que no os afecta. Los viejos estorban. Mejor apartados, donde no molesten. Por todo esto os maldigo cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo... Os maldigo y os deseo muchos años de vida. Eso sí, con una vejez parecida a la que a mi generación le está tocando vivir...

 
 

Emecé Condado Sobrado

 

 


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

GRACIAS POR TU OPINION-THANKS FOR YOUR OPINION