El pasado 15 de noviembre de 2013, María Victoria Uroz, la todavía mujer de Luis Losada Pescador, exsubdirector del diario
La Gaceta
y expresentador del telediario de Intereconomía, compareció ante
Francisco Antonio Jiménez Candela, notario del Ilustre Colegio de
Castilla-La Mancha para dejar constancia de su miedo tras estar
dispuesta a desvelar
la presunta vinculación de colectivos como Hazte Oír con la organización paramilitar El Yunque.
“Pueden desarrollar mecanismos para aislar a las personas”
“Temo por mi vida y por mi seguridad dado que he conocido por otras
personas y por personas que han pertenecido al Yunque, que en la defensa
del “instrumento” que denominan a éste y al que, bajo juramento,
supeditan todas las cosas, pueden desarrollar mecanismos para aislar a
la personas que les critica, o que pueda desvelarles y delatarles”,
firmó ante notario María Víctoria Uroz.
“Son capaces de llegar a la violencia física”
Acto seguido, la mujer de Luis Losada Pescador afirmó lo siguiente:
“Conozco por referencias de ex miembros del Yunque que los miembros son
capaces de llegar a la violencia física o psicológica para no ser
delatados, debido a que para ellos el fin de la defensa de su
organización justifica los medios”.
“Lavado de cerebro”
María Victoria Uroz también aseguró ante notario que conoce “a
través de numerosas personas que han estado en esta organización y que
han conseguido abandonarla, que existe un verdadero “lavado de cerebro”
al entrar en ésta, y que es muy difícil salir de ella cuando se tienen
grandes responsabilidades, porque tienen maniobras de manipulación y de
amenaza psicológica”.
“Luis Losada no es libre para poder abandonar El Yunque”
Por último, Uroz lamentó que su marido -
con el que escribió “¿Matrimonio en crisis? ¡Ánimo, no estáis solos!”, blog en el que pretendían orientar a parejas en crisis- “no sea libre para poder abandonar El Yunque a pesar de que tengo el convencimiento de que él desea hacerlo”.
Acta
notarial de María Victoria Uroz, la todavía mujer de Luis Losada
Pescador, exsubdirector del diario La Gaceta y expresentador del
telediario de Intereconomía.
Testigo contra El Yunque
Lo dispuesto por María Victoria Uroz ante notario está en manos de
la Justicia, puesto que dicho documento -al que ha tenido acceso
ELPLURAL.COM-, forma parte de los testimonios que se han presentado en
los dos
procesos judiciales que podrían determinar si Hazte Oír forma parte de El Yunque.
Lo que dicen los testigos (en sede judicial)
Además del testimonio de Victoria Uroz, ELPLURAL.COM ha desvelado lo que en sede judicial explicaron
Inmaculada García – hija del director del Foro de la Familia-, y un
obispo español. Todos ellos han coincidido a la hora de dar veracidad al informe elaborado por Fernando López Luengos, en el que
se presenta a Hazte Oír como una organización “pantalla” de El Yunque
que fue creada para “influir, crear opinión, inducir en las conciencias
y manipular a la sociedad española”. El informe de López Luengos es
durísimo y en él incluso se asegura que la sociedad “secreta y
paramilitar” estaría dispuesta a “derramar sangre por el reinado de
Dios”. Entre otras acusaciones, López Luengos asegura que desde Hazte
Oír
se espió a Rouco Varela e investigó a parroquias a través de exhaustivos informes. Unas acusaciones que
han sido negadas tajantemente por el colectivo ultracatólico.
La hija del director del Foro de la Familia
relata a la Justicia el “infierno” de su paso por Hazte Oír y El Yunque
“Fue muy duro. Buscaron curtirme como soldado apta para la lucha a base de pasar hambre, frío y sueño”
JOSÉ MARÍA GARRIDO
“Me llamo Inmaculada García, tengo 26 años y durante cuatro
años fui miembro de la organización del Yunque”. Con esta frase comienza
la confesión de una de las testigos que declaró el pasado 27 de marzo
de 2014 en el procedimiento que enfrenta a Hazte Oír con Fernando López
Luengos, el filósofo que redactó el informe
(supuestamente, a petición de los obispos) en el que se vincula a la organización ultracatólica con una
peligrosa sociedad secreta y paramilitar que hace del grito “¡Viva Cristo Rey!” su ‘leitmotiv.
Testimonios en el caso El Yunque
El testimonio de Inmaculada García (que se aportó previamente por escrito a la Justicia) vino a complementar
el que realizó un obispo español o
María Victoria Uroz -la todavía mujer de Luis Losada Pescador, exsubdirector del diario
La Gaceta y expresentador del telediario de Intereconomía-.
El informe de López Luengos
Todos estos testimonios (realizados en sede judicial) coinciden a la
hora de dar veracidad al informe elaborado por López Luengos, en el que
se presenta a Hazte Oír como una organización “pantalla” de El Yunque
que fue creada para “influir, crear opinión, inducir en las conciencias
y manipular a la sociedad española”. El informe de López Luengos es
durísimo y en él incluso se asegura que la sociedad “secreta y
paramilitar” estaría dispuesta a “derramar sangre por el reinado de
Dios”. Entre otras acusaciones, López Luengos asegura que desde Hazte
Oír
se espió a Rouco Varela e investigó a parroquias a través de exhaustivos informes. Unas acusaciones que
han sido negadas tajantemente por el colectivo ultracatólico.
Quién es Inmaculada García
ELPLURAL.COM ha tenido acceso al testimonio íntegro realizado por
Inmaculada García. Se trata de un documento relevante pues la testigo
es hija de Ignacio García-Juliá, director del Foro de la Familia (uno de los colectivos
más comprometidos en su lucha contra el matrimonio homosexual o el aborto y que goza de
enorme simpatía por el conjunto de los obispos españoles). Además, Ignacio García-Juliá fue uno de los miembros más relevantes de Hazte Oír en sus primeros años de existencia.
Su declaración ante la Justicia
En su declaración, Inmaculada García (quien sigue una católica
activa), relata el “infierno” que supuestamente vivió cuando a partir de
los 16 años de edad empezó a participar en Hazte Oír y El Yunque.
Por su interés informativo, ELPLURAL.COM reproduce algunos de los pasajes de su declaración ante la Justicia más llamativos.
El momento de la captación
“Con 16 años… “vinieron a mi casa unas amigas de mis hermanos, que
habían conocido en una manifestación (…) Todas me llamaban, me mandaban
mensajes para recordarme lo bien que lo habían pasado conmigo y que
había que repetirlo (…) Me sentía la chica más popular y afortunada de
la tierra (…) todo lo que yo decía parecía encantarles y estaban
completamente de acuerdo (…) Mi vida social giraba en torno a la
disponibilidad del grupo. No tenía nada fuera de ellos”.
La ceremonia de ingreso en EL Yunque
“Me metieron sola en una habitación mientras (mis amigas) preparaban
algo en el salón y me dijeron que no saliera hasta que me fueran a
buscar, que me pusiera la ropa que traía y que esperara rezando. Me
dieron una cruz de madera y una estampa de la Virgen de Guadalupe para
que rezara. Por fin me vinieron a buscar y me condujeron al salón (..)
Empezó mi ceremonia de ingreso. (…) Frente a mí estaba Alicia, la
maestra de ceremonias, y el ceremonial, que consistía en tres banderas,
una de España.
Las otras dos del Yunque, una mesa con una cruz, dos
velas, uu yunque en miniatura, una serie de papeles y un bolígrafo. (…)
Recuerdo perfectamente que mi primer impulso fue salir corriendo por
muchas razones: aquello era francamente raro, íbamos vestidas igual,
parecía una secta, las banderas me daban miedo, el emblema del Yunque,
en la bandera y el que me acababan de colgar del cuello parecía una cruz
invertida; todo me invitaba a salir corriendo. Pero algo me retuvo, en
mi opinión lo más nocivo, doloroso y peligroso del Yunque: allí estaban
todas mis amigas. Todo mi mundo a mis 16 años, las únicas que me
“querían de verdad”, que me entendían”.
El juramento y su nuevo nombre
“Juré por mi patria y por mi honor y sin reservas mentales de
ninguna especie, fidelidad al Yunque (…) Me dijeron que si traicionaba
al Yunque “en todos ellos encontraría al juez más severo”. Tras firmar
mi juramento, me asignaron mi pseudónimo, mi nuevo nombre, por el que a
partir de ese momento me conocerían todos mis compañeros y hermanos de
lucha: Conchita Alcaraz”.
Estudios y castigos físicos
“Empezaba ya en serio, en serio la afiliación, en serio los informes
(registros exhaustivos de nuestro entorno), el estudio, la lectura de
los libros que me daban, y sólo de los libros que me daban, oración y
ejercicio. Cualquier fallo o ausencia de los mínimos semanales en estos
campos, suponía, castigos físicos, en el caso de las chicas, sentadillas
y abdominales (…) Así transcurrieron mis 3 años largos de orgánica.
Afiliando, formándome, estudiando, instruyéndome sobre cómo debía ser la
buena orgánica y que debía decir, pensar y saber, cómo actuar”.
Participando en los foros de Hazte Oir
“Los miembros de las ramas juveniles, tanto femenina como masculina,
estábamos obligados a participar como foristas, intervenir en los chats
(Hazte Oír) y colgar mensajes de vez en cuando”.
Miembros de El Yunque
“Conocía a los miembros del Yunque que trabajan en Hazte Oír, aunque
al principio no sabía muy bien quién era del Yunque y quién no, pues
sólo se te proporcionaba la información “necesaria para tu santidad” y
ante la duda, la Reserva mandaba no hablar con nadie”.
“Soldado apta para la lucha a base de pasar hambre, frío y sueño”
“Los cursos Preliminares duraban un fin de semana y consistían en 3
días de formación intensiva acerca del carisma del Yunque. Formación
intelectual, física y psicológica. Era muy duro; buscaban curtirme como
soldado apta para la lucha a base de pasar hambre, frío y sueño y estar
en constante estado de alerta, de mal humor e incomunicada tres días. Me
gritaban, me obligan a correr a temperaturas bajo cero de madrugada, a
turnarnos en guardias toda la noche, a pelearnos entre nosotras. Alguna
vez me tocó correr descalza por ser demasiado lenta. El primer día sólo
nos daban de comer un huevo duro y sopa salada, no podías beber agua”.
Jefa de disciplina
“Había una jefa de disciplina, que estaba las 24 horas pegada a
nosotras, gritándonos e insultándonos. Nunca en mi vida me he sentido
más humillada, más frustrada ni mas indignada como en los 3
preliminares”.
Captando a otras chicas
“En tres años y medio de militancia en El Yunque afilié a muchas
chicas, de las cuales han perseverado dos, Begoña y Beatriz Molina
Moreno. No pasa un solo día desde que me “invitaron a irme” en enero de
2007, que no piense en las dos. Yo les hice lo que hicieron conmigo,
pero yo conseguí escapar, ellas aún no”.
Su deseo
“Que nadie tenga que vivir los años de infierno que viví aún después
de salir del Yunque. (Así) pensaré que por fin puedo descansar, dormir
una noche entera y sentir que de verdad, finalmente, he limpiado mi
conciencia y mi culpa”.
Perdón a sus padres por “utilizarles y robarles”
“Pedir perdón a mis padres (…) por las mentiras, por utilizarles,
por robarles, por las lágrimas que han derramado por mí, pero sobre
todo, les pido perdón por ponerme en su contra y apoyar al Yunque cuando
más me necesitaban . Cuando se descubrió que el Yunque estaba detrás de
Hazte Oír y culparon y echaron a mis padres”
Perdón a la sociedad y a la Iglesia
“Pido perdón a los padres, sacerdotes, profesores, compañeros,
amigos y familiares a los que metí y utilicé (…) Perdón a las chicas que
afilié e intenté afiliar, perdón por meteros en una secta o por
intentarlo, perdón a las que os he destrozado la vida (…) Perdón a las
instituciones religiosas y parroquias sobre los que informé o en lo que
intenté infiltrarme (…) a la Iglesia Católica Española por haber sido
miembro del Yunque”.
Negación de Hazte Oír
Hazte Oír ha negado estar “controlada” u “operada” por El Yunque. De
hecho, aseguran que “no guardan ninguna relación” con esta sociedad
secreta. Exponen asimismo que sus fines no pueden ser tachados de
delictivos y que nunca han estado integrados en secta o sociedad secreta
alguna.
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