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domingo, 13 de mayo de 2012

JUAN CARLOS I EL CAMPECHANO * El Rey que mató a su hermano; el Rey que ignoró a su padre; el Rey que Heredó el trono del Dictador

Intrigas, traiciones, secretos inconfesables, mentiras,… Como todas las monarquías a lo largo de la historia han tenido, esta, la nuestra, la de los Borbones, no ha sido una excepción. Porque no hay que olvidar, que por mucho que la sociedad se haya modernizado, hayamos eliminado la esclavitud, los derechos feudales, tengamos derechos Universales, una democracia, etc… la monarquía no lo ha hecho. Sigue viviendo de los ciudadanos de su Reino, sigue manteniendo privilegios por encima de todo y de todos, malgastando dinero, manteniéndose lejos del alcance de lo público, sigue siendo corrupta y jerárquica, y el Rey; sigue siendo Vitalicio y hereditario.

Así que lo de monarquía moderna, mejor lo aparcamos de momento.

Vivimos tiempos difíciles y convulsos, la información corre como la sangre en un cuerpo humano, de un lado a otro del mundo sin nada que la pare o la matice y claro, al final hemos ido descubriendo algunos de los excesos de nuestra querida monarquía y de nuestro gran Rey. Hoy sabemos que la Reina Sofía de Grecia tiene un amante desde hace años en Londres, que el Rey Juan Carlos I, conocido como el Campechano ha tenido múltiples amantes a lo largo de su historia marital, que anda implicado en el caso Urdangarin, que mata elefantes por placer allá en tierras africanas, que se pasea en moto por Madrid con un casco negro y ayudando a la gente, como una especie de súper héroe, y tantos otros rumores más o menos contrastados.

Pero echemos un poco la vista atrás y busquemos un posible principio a todo este desbarajuste real. 

 
Ya hace varias generaciones atrás en la familia Borbón que su principal objetivo no es mandar sino vivir bien, de manera opulenta y disfrutar de la vida. Ya en el siglo pasado, Alfonso XII, el bisabuelo de nuestro actual Rey, fue el encargado de recuperar y reinstaurar a los Borbones como Reyes de España. Corrían los años setenta del siglo XIX y la situación en el país no era nada buena, Isabel II no tenía buena prensa, se sucedió el corto reinado de Amadeo de Saboya que renunció al trono al vislumbrar la locura reinante en España, hubieron 11 meses de república, el ejército tomó entonces el poder y era necesario calmar los ánimos. Así que en 1875, el sr. Antonio Canovas del Castillo, liberal, contrario al sufragio Universal y antidemocrático creyó conveniente hacer aparecer de nuevo a la monarquía y aplacar los ánimos del pueblo y en general, de la opinión pública. ¿Les suena de algo? Justo un siglo después, en 1975, aparecen de nuevo los Borbones para unificar a España y calmar los ánimos tras la muerte del Dictador Franco.

Pues bien, Canovas ideó un sistema que duró al menos 50 años en el que organizó un estado con Rey y monarquía y unas cortes democráticas, las cortes mandaban y el Rey era la imagen del país y vivía, justamente a cuerpo de Rey. ¿Les suena el sistema? Pero aun no acaba aquí el tema, ya que también organizó dos partidos de carácter burgués; el suyo, el Partido Conservador y el Liberal, liderado por Práxedes Mateo Sagasta, de tal manera que iban alternándose en el poder unos y otros simulando una especie de democracia aproximadamente dos legislaturas cada uno ¿Les suena esto también?

Pero volvamos al tema de este artículo y dejemos las comparaciones políticas para otro momento.  Alfonso XII reinó durante 10 años sin hacer nada, su hijo unos cuantos más también sin hacer nada de nada y luego, el hijo de este y padre del actual; Juan de Borbón, el Rey sin Reino, que llegó tarde, le cogió la dictadura de Primo de Ribera, la república, luego la dictadura del General Franco y por último un hijo que se lo saltó en la línea de sucesión.
Avancemos unos años. Eran los años 40 y 50 del siglo XX y los Borbones Vivian exiliados en su residencia de Estoril, tranquilos, disfrutando del sol y del no hacer nada, que de esto saben y mucho, pero en secreto, anhelando y soñando con volver a reinar en su España querida.
Franco, el dictador, que iba y venía mandándolo todo, fusilando a unos y condecorando a otros, andaba ya con la necesidad de buscarse un relevo, un heredero, pues veía que aquello no iba a ser eterno y que como el resto de los mortales, aun sabiéndose superior, acabaría muriendo. Así que en su mente lúcida y agraciada por la gracia de Dios, se le apareció el nombre del Rey, restauraría la Monarquía en España. Como suele ser habitual en este país, no lo consultó con nadie y escogió a Juan Carlos, el hijo mayor, no al padre que por derecho era a quien le pertenecía aquel trono.

 Pero Juan de Borbón expresaba en el exilio que era más partidario de instaurar una democracia al estilo de su padre y de su abuelo; vivir a costa del pueblo sin responsabilidad alguna, y claro, esa idea no le gustaba demasiado a Francisco Franco Bahamontes; caudillo de España por la gracia de Dios.

A nuestro Rey no le importó saltarse a su padre, más al contrario, cuenta la leyenda que incluso se vanagloriaba delante de su padre de ser él y no Juan, el escogido. No hay que ser muy listo para averiguar que Juan no confiaba en exceso en su hijo, no le gustaba su carácter mujeriego, irresponsable, vividor, poco reflexivo, altivo,… todo lo contrario que su hijo menor; Alfonso, un niño tranquilo, estudioso y muy cercano al padre.


De hecho, a los 15 años, en 1953, Juan Carlos el ahora Campechano tuvo una hija ilegitima con una condesa italiana; Olghina de Robiland, la hija se llama Paola de Robiland, que aun vive y tiene su residencia en Paris. No hay fotografías de ella y tanto él como la madre, ya se encargaron de silenciar el episodio y de dotarla de los suficientes bienes como para que viviera a cuerpo de rey, y nunca mejor dicho. Así que siendo quien era y después de un año de adiestramiento militar en Zaragoza, llegó el episodio más oscuro y horrible en la vida de nuestro querido Rey; el asesinato de su hermano.

Corría el año 1956, la familia Borbón disfrutaba de una plácida tarde de verano en su residencia de Estoril cuando se oyó un disparo en el despacho de Juan de Borbón, Cuando Juan llego a sus dependencias encontró a su hijo Alfonso que yacía muerto en el suelo con un disparo entre ceja y ceja, que según el forense, se realizó a menos de 40 centímetros, y a su hijo mayor delante de él, intacto.  El Padre destrozado, no podía creer lo que estaba viendo. Pero por desgracia, no hubo mucho tiempo para lamentaciones o reprimendas, pues poco después llegaba la hora de pensar en la familia, el buen nombre, las apariencias (que es de lo que habían vivido y pretendían vivir hasta la eternidad) y organizaron lo que se llama; la versión oficial. Que en un primer momento se dijo que se disparó a si mismo limpiando el arma, luego se supo que el hermano mayor estaba también en la sala y se cambió por una que decía que jugando se le disparó la pistola y mató así a su hermano, pero ¿Quién puede creerse tal versión si Don Juan Carlos hacía un año que estaba siendo instruido en temas militares en Zaragoza? Pues prácticamente nadie.

Juan Carlos El Campechano se había saltado a su padre en la sucesión del trono, había matado a su hermano, el preferido de su padre, tenía una hija ilegitima, hablaba maravillas del dictador y sacaba el pecho cada vez que recordaba que él y solo él, era el heredero del mayor dictador europeo del siglo XX. Y así, de esta manera, estudiaba y se preparaba para salvar a España.

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Su momento se acercaba, Franco agonizaba en el Palacio de la Zarzuela o donde fuera que lo tuvieran, ya veía nítidamente la corona y las manos limpias de un religioso que se la ponía, así que pensó que no tenía patrimonio, que era la monarquía más pobre de Europa y que necesitaba capital. Y entonces, decidió ponerse a trabajar. ¿He dicho trabajar? Perdón, se puso manos a la obra a buscar dinero, favores y negocios que le dieran dinero rápido y fácil, el trono iba a ser suyo y tenía que valerse de ese poder. Por fin iba a conseguir lo que durante tanto tiempo anheló; dinero, poder, buena vida, más mujeres y sobre todo, que su nombre pasara a los anales de la historia como el último rey de España del siglo XX.
Pues bien, el 20 de Noviembre de aquel fatídico año de 1975, muere Francisco Franco Bahamontes Caudillo de España por la gracia de Dios, con aquello de “Españoles, Franco ha muerto”, y tras el anuncio, medio país lloró y el otro medio como locos lo celebraron. Y Juan Carlos pensaba ¿Qué tengo que hacer para proclamarme Rey y vivir mejor que nadie? Para entonces ya estaba emparentado con nuestra queridísima Sofía de Grecia y decidió dejarse llevar por el curso de los acontecimientos.

 Toda Europa era una democracia y una España en dictadura era un desfase total si se quería avanzar en todos los sentidos. Así que dejó hacer, se mantuvo como la figura unificadora y atacó en el momento preciso; justamente en el artículo 56.2 se lanzó como un águila hacia su presa y se encargó que redactaran “La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad. Sus actos están siempre refrendados en la forma establecida en el artículo 64, careciendo de validez sin dicho refrendo, salvo lo dispuesto en el artículo 65.2” Lo importante de todo esto, como habrán podido deducir, es la primera parte. El Rey, como buen conocedor de uno mismo no se fía un pelo de lo que pudiera hacer el mismo en un futuro así que se asegura delante de la ley y del pueblo español de ser inviolable y irresponsable de sus actos. Así como que su cargo será vitalicio y hereditario, por supuesto.

En ese momento, había que dejar atadas más cosas, entre ellas él o la posible heredera de la corona. Anasagasti ya habla en sus artículos de este punto afirmando que si en el artículo 57.1 de la Constitución se opta por la primacía del varón sobre la mujer a la hora de acceder al trono no es por machismo ni porque los redactores de la Carta Magna "olvidaran los derechos de la primogénita del Rey". A su entender la redacción del polémico artículo de la Constitución se produjo porque el propio Juan Carlos I "no consideraba mentalmente preparada (a la Infanta Elena) para heredera" aunque luego ha demostrado ser " la más borbona y quien mejor representa a la Corona".

Supongo, que lo de que mejor representa a la corona se referirá Anasagasti al carácter libertino y despreocupado de esta, a imagen y semejanza de su padre, pues se rumorea también entre los periodistas del corazón, que se vieron obligados a casarla, a nuestra queridísima princesa Elena, pues sus repetidas salidas nocturnas y sus constantes escarceos amorosos traían a su guardia personal de cabeza y aquello era insostenible. Así que el buen amigo de juergas y correrías del Rey, el señor Marichalar, se presentó voluntario para dicho encargo y se organizó el evento.  Pero todo tiene un límite y un acuerdo es un acuerdo, así que una vez cumplido, años después, procedieron a separarse. Pero sigamos con la historia de nuestro Rey que no tiene desperdicio alguno.

Con todo atado en cuanto a la Constitución se refiere y a su protección legal, empieza a mover hilos para ampliar su fortuna; acude en primer lugar al banquero Luis Valls Taberner que encantado cede el dinero que el Rey necesita como donaciones privadas, acude a nobles y a empresarios del franquismo (no olvidemos que es el sucesor de Franco) para que lo subvencionen y así seguir respetando sus negocios. Uno de los que le hacen también varias donaciones es el famoso Ruiz Mateos. Que por cierto, después de que le expropiaran Rumasa acusó al Rey de sobornos y fue él acusado por el fiscal general de injurias a la corona, causa que por cierto nunca llegó a nada, simplemente se silenció y punto.

Según las investigaciones del periodista Jesús Cacho; nuestro Rey acudió a las monarquías saudíes para beneficiarse del petróleo que entraba en España, consiguiendo durante unos años para sí, un 10 % de cada uno de los barriles de crudo que entraban en el país, junto con un crédito de 100 millones de dólares que los monarcas saudíes le prestaron.

Juan Carlos I El Campechano tuvo relaciones empresariales, con Los Albertos, Alfonso Escamez y Mario Conde, que llegó a entrar en prisión y que dos de las cuentas intervenidas al banquero estaban a nombre del Borbón, cosa que también se pasó por alto y quedó en el olvido. Durante sus estancias vacacionales en Mallorca tampoco perdió el tiempo y se relaciono con Agnelli, presidente de Fiat y Raul Gardini; ambos acusados y condenados por corrupción en Italia, este último suicidándose en 1994.  Y así hasta alcanzar según la revista Forbes en el año 2003 el puesto 134 de los hombres más ricos del planeta, con una fortuna que ronda los 1790 millones de Euros, siendo a su vez la 4ª  fortuna de España.

Con este historial, de campechano nada. De buena persona más bien poco y de Rey si, de Rey mucho.

Sobre su papel en el 23 F se han escrito muchas crónicas, se han hecho tele series, corren rumores de todo tipo, etc… Lo que si que es verdad, y visto lo visto hasta el momento, Don Juan Carlos no es precisamente un altruista que se desvive por los demás, ni tan siquiera por los suyos, así que el papel que jugó fue en función de lo que creyó que a él más le convenía, el papel que más bien parado le dejaba, que luego la prensa ya se encargaría de generarle esa imagen conveniente de simpático, buen hombre, campechano y sobretodo garante de la democracia. A título personal, estoy convencido de que él se veía capacitado para gobernar a España, su ego y su altivez así se lo decían, pero a unos meses del mundial del 82, pegados a Europa, con la democracia como garante de este continente y las dos Españas tan divididas, se vio que le podría pasar como a su padre y echó marcha atrás, sonrió y se adaptó al papel que le dictaban los asesores personales.
Durante su mandato se le han conocido escarceos, indisciplinas, desapariciones, pues por mucho que la prensa luchara por silenciarlos este es el país del rumor por excelencia, y al rumor no lo para ni Dios.
Se sabe que en 1992 estuvieron a punto de hacer abdicar al Rey en su hijo porque éste había desaparecido. Todo el ministerio de Interior estuvo buscándole, la policía Nacional en pleno, la Guardia Civil, se temía que ETA o los GRAPO lo hubieran secuestrado o asesinado y su mayordomo de confianza junto con la Reina orquestaron la posible abdicación para que la corona siguiera su curso. Pero no pasó nada, pues apareció en un pueblecito de Suiza con una de sus amantes más conocidas, la catalana Marta Gayà, con la que estuvo más de dieciocho años juntos. El mayordomo fue despedido ipso facto por supuesto.

Meses más tarde, en la inauguración de los juegos olímpicos de Barcelona, los dos monarcas asistían a la ceremonia por separado y cuentan los periodistas que ya estaban allí cuando llegó la reina, que minutos después de estar esperando al Rey, su esposo, y viendo que no llegaba a la cita olímpica, se le oyó decir a la Reina “Ya me va a hacer hacer el ridículo otra vez este Hijo de Puta” .  Que de ser cierto, se deducen muchas cosas, que no se llevan nada bien, que el Rey es un impresentable, que no saben uno nada del otro y que hacen vidas separadas completamente desde hace años, sino desde el principio.
Ahora soplan vientos de cambio y las voces que cada día se alzan para mostrar quiénes son y que hacen, son cada vez mayores; Anasagasti, miembro del PNV y diputado expresaba así sus ideas en el diario Deia del PNV
"El tiempo nos ha dado la razón. Esta Monarquía protegida por la censura ha hecho crack y ha demostrado que es una Monarquía corrupta", agrega en otros de sus escritos en los que explica que "esta monarquía vino de la mano de Franco", que es "opaca", y que no es más que "una institución caduca, trasnochada y propia de la Edad Media"."el Rey Juan Carlos está ahí porque nos lo dejó un dictador cruel y sanguinario y él jamás ha condenado aquella dictadura sino se ha beneficiado de ella".


Pero estos vientos no soplan solo del norte como cabría esperar y que han sido vientos que a penas han causado daños, los vientos de cambio de hoy en día vienen del centro y crecen como tornados, del centro hacia afuera y con su fuerza centrifuga pueden esta vez si, hacer daño a alguien.




Los interesados en que esta monarquía caiga cada día son más. Unos, los del norte por una cuestión sentimental contraria a reyes y reinas, a monarquías y a todo lo que huela a la España más cañí y conservadora. Y otros, los del centro, en este caso el Partido Popular por cuestiones más de tipo práctico. Que la monarquía esté en los medios de comunicación hace que sus trajes y sus sobornos no lo estén, que la monarquía esté en boca de todos y la gente empiece a plantearse el ahorrarnos un dineral por aquí, implica que no pensamos que nos lo podemos ahorrar por allá, es decir, con sus sueldos.  La monarquía está empezando a ser útil para distraer la atención cuando no hay mundial de futbol o europeo o final de champions a la vista. Y cuando los políticos ven poder ya se sabe; que tiemble el rey y todos los que le rodean.

Y les digo más, ¿Dónde está Aznar? ¿No creen que con los tiempos que corren si la monarquía cae, necesitaremos un presidente de la república? ¿No creen que si el PP controla y ostenta ese cargo ya podrán hacer todo lo que les venga en gana? Aznar sigue con ansias de poder trabajando día a día sus abdominales, relacionándose con la clase alta, tocando teclas, soltando otras y quien sabe de los deseos ocultos de este nuestro pequeño dictador.


publicado  por Gerard Ballesteros Morillo  


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