Es una práctica tan habitual en los medios de "información" que la mayoría de las veces pasa desapercibida. Al igual que ocurre con las noticias sobre corrupción nos hemos acostumbrado a su presencia. Por eso de vez en cuando es necesario mostrar algún ejemplo de esta manipulación para ser conscientes de ello y no caer en su trampa. Esta semana, por ejemplo, a raíz de los enfrentamientos entre los mineros y la GuardiaCivil en Asturias, el diario de la caverna ABC, publicaba la siguiente portada:
Cualquiera que vea esta portada y lea su titular piensa inmediatamente que la niña resultó herida a manos de la violencia desenfrenada de los mineros. El texto y la foto inducen a esa conclusión. El minero encapuchado y armado, con el fuego y el humo de fondo, al más puro estilo proetarra. El texto habla de "guerra" y de dos "columnas que se aproximan a un Madrid blindado" al que hubiera que defender de los peligrosos mineros que pretenden arrasarlo. Y por supuesto añaden el término "niña herida" para que seamos conscientes de lo macabros e inhumanos que son estos mineros sin alma que arremeten contra una menor indefensa.
Pues bien, a poco que nos informemos podemos comprobar que la niña resultó herida por el impacto de una pelota de goma lanzada por la Guardia Civil. No hace falta ser periodista para afirmar que esto es una manipulación en toda regla.
No voy a obviar, como podemos comprobar en el enlace, que una mujer también resultó herida aquella noche por el impacto de un volador lanzado por los mineros. Pero este hecho precisamente evidencia la intención de manipular de este periódico. Lo serio, lo justo, lo objetivo, y lo honrado, hubiera sido señalar que durante los enfrentamientos de aquella noche una niña resultó herida por una pelota de la Guardia Civil, y una mujer resultó herida por un volador de los mineros. Así de sencillo. Todos hubiéramos entendido lo que ocurrió y no se criminalizaría a nadie. Pero no se trata de informar, se trata de inducir, de persuadir, de poner a los ciudadanos en contra de los mineros presentándolos como unos violentos irracionales carentes de argumentos. No es la primera vez, ni mucho menos, que ocurre esto:
"Los indignados festejan su protesta planetaria", titulaba este mismo periódico el pasado 16 de octubre, un día después de las multitudinarias manifestaciones del 15-0 organizadas por los indignados de todo el mundo. Y por supuesto La Razón del fanático Marhuenda compite en sectarismo con ABC. En este caso el objetivo acusador apuntaba a los estudiantes que participaban en las movilizaciones en defensa de la enseñanza pública:
En todos los casos - y la lista de ejemplos podría ser interminable en prensa, radio y televisión - la intención siempre es la misma. Se pretende descalificar al disidente, mostrarlo como un violento sin escrúpulos ni argumentos, poner en su contra al resto de ciudadanos, presentarlos como unos "antisistema" que quieren acabar con la democracia. Es decir, dividir a los ciudadanos y a los trabajadores tratando de hacernos creer que los derechos que defienden unos pocos perjudican a la mayoría de ciudadanos honrados. Darle la vuelta a la realidad, manipular la realidad para desvirtuar y falsificar nuestros argumentos.
No debemos caer en esta burda trampa que los asalariados del poder nos tienden diariamente a través los medios (empresas) de comunicación.
Los mineros que marchan hacia Madrid somos todos. Los estudiantes y profesores que defienden la enseñanza pública y de calidad somos todos. Los trabajadores que luchan contra una reforma laboral que los deja indefensos ante el patrón somos todos. Los médicos que salen a la calle a defender la Sanidad Pública somos todos. Los pensionistas que tienen que pagar sus medicamentos con una pensión cada vez más miserable somos todos. Los dependientes y sus familiares abandonados a su suerte por este gobierno somos todos. Los parados desesperados, deprimidos, que salen a la calle a exigir que se cumpla su derecho al trabajo como recoge la Constitución somos todos. Los desahuciados a los que miserablemente dejan en la calle los banqueros y políticos somos todos.
Los indignados del 15M que exigen una regeneración democrática donde los ciudadanos ostenten la soberanía nacional somos todos. En definitiva, la inmensa mayoría de ciudadanos somos víctimas del ataque de una minoría de poderosos, del capital financiero y económico, y de una casta política a su servicio que no parará hasta cumplir sus objetivos. Debemos frenarlos. Y debemos echarlos. Y para ello es fundamental que las clases populares nos mantengamos unidas, con firmeza y determinación. Sin miedo. Todos estamos en la misma lucha. No caigamos en su trampa. No nos confundamos de enemigo.
Despierta. Manipulación informativa en los medios de comunicación.
Publicado por Adolfo Ferrera Martinez
Cualquiera que vea esta portada y lea su titular piensa inmediatamente que la niña resultó herida a manos de la violencia desenfrenada de los mineros. El texto y la foto inducen a esa conclusión. El minero encapuchado y armado, con el fuego y el humo de fondo, al más puro estilo proetarra. El texto habla de "guerra" y de dos "columnas que se aproximan a un Madrid blindado" al que hubiera que defender de los peligrosos mineros que pretenden arrasarlo. Y por supuesto añaden el término "niña herida" para que seamos conscientes de lo macabros e inhumanos que son estos mineros sin alma que arremeten contra una menor indefensa.
Pues bien, a poco que nos informemos podemos comprobar que la niña resultó herida por el impacto de una pelota de goma lanzada por la Guardia Civil. No hace falta ser periodista para afirmar que esto es una manipulación en toda regla.
No voy a obviar, como podemos comprobar en el enlace, que una mujer también resultó herida aquella noche por el impacto de un volador lanzado por los mineros. Pero este hecho precisamente evidencia la intención de manipular de este periódico. Lo serio, lo justo, lo objetivo, y lo honrado, hubiera sido señalar que durante los enfrentamientos de aquella noche una niña resultó herida por una pelota de la Guardia Civil, y una mujer resultó herida por un volador de los mineros. Así de sencillo. Todos hubiéramos entendido lo que ocurrió y no se criminalizaría a nadie. Pero no se trata de informar, se trata de inducir, de persuadir, de poner a los ciudadanos en contra de los mineros presentándolos como unos violentos irracionales carentes de argumentos. No es la primera vez, ni mucho menos, que ocurre esto:
"Los indignados festejan su protesta planetaria", titulaba este mismo periódico el pasado 16 de octubre, un día después de las multitudinarias manifestaciones del 15-0 organizadas por los indignados de todo el mundo. Y por supuesto La Razón del fanático Marhuenda compite en sectarismo con ABC. En este caso el objetivo acusador apuntaba a los estudiantes que participaban en las movilizaciones en defensa de la enseñanza pública:
En todos los casos - y la lista de ejemplos podría ser interminable en prensa, radio y televisión - la intención siempre es la misma. Se pretende descalificar al disidente, mostrarlo como un violento sin escrúpulos ni argumentos, poner en su contra al resto de ciudadanos, presentarlos como unos "antisistema" que quieren acabar con la democracia. Es decir, dividir a los ciudadanos y a los trabajadores tratando de hacernos creer que los derechos que defienden unos pocos perjudican a la mayoría de ciudadanos honrados. Darle la vuelta a la realidad, manipular la realidad para desvirtuar y falsificar nuestros argumentos.
No debemos caer en esta burda trampa que los asalariados del poder nos tienden diariamente a través los medios (empresas) de comunicación.
Los mineros que marchan hacia Madrid somos todos. Los estudiantes y profesores que defienden la enseñanza pública y de calidad somos todos. Los trabajadores que luchan contra una reforma laboral que los deja indefensos ante el patrón somos todos. Los médicos que salen a la calle a defender la Sanidad Pública somos todos. Los pensionistas que tienen que pagar sus medicamentos con una pensión cada vez más miserable somos todos. Los dependientes y sus familiares abandonados a su suerte por este gobierno somos todos. Los parados desesperados, deprimidos, que salen a la calle a exigir que se cumpla su derecho al trabajo como recoge la Constitución somos todos. Los desahuciados a los que miserablemente dejan en la calle los banqueros y políticos somos todos.
Los indignados del 15M que exigen una regeneración democrática donde los ciudadanos ostenten la soberanía nacional somos todos. En definitiva, la inmensa mayoría de ciudadanos somos víctimas del ataque de una minoría de poderosos, del capital financiero y económico, y de una casta política a su servicio que no parará hasta cumplir sus objetivos. Debemos frenarlos. Y debemos echarlos. Y para ello es fundamental que las clases populares nos mantengamos unidas, con firmeza y determinación. Sin miedo. Todos estamos en la misma lucha. No caigamos en su trampa. No nos confundamos de enemigo.
Despierta. Manipulación informativa en los medios de comunicación.
Publicado por Adolfo Ferrera Martinez
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