El apetitoso producto que nos venden en la foto de los envases de los productos alimentarios, la mayoría de las veces, no tiene casi nada que ver con la cruda realidad.
En los productos precocinados y congelados el tongo es evidente. Al sacar la comida precocinada del micro, en lugar de ese plato tan apetecible de la foto mostrado en el envase, te encuentras algo parecido a un aborto alienígena, porque si no, no se entiende la metamorfosis sufrida por ese delicioso plato que vemos en la foto del envase.
Como si de una pasarela de moda se tratase, los estilistas y maquilladoras obran milagros con unos “pequeños” truquillos de imagen:
*El aceite de coches se mezcla con el sirope de las tortitas para que éste parezca más consistente. Igualmente se usa aceite de motor para darle un jugoso brillo a esa loncha de jamón de jabugo con la que se te hace la boca agua.
* La cola blanca de carpintero se utiliza en lugar de leche en los anuncios de cereales. Los cereales, como todos sabemos, es cuanto se meten en la leche se quedan blandurrios en un plis plas.
* La crema de afeitar es ideal para simular la espuma de tu cerveza preferida.
* La vaselina es empleada para obtener ese atractivo brillo en toda clase de bollería, bagels, donuts, panes…
* Con el pegamento se pegan uno a uno y ordenadamente las semillas de sésamo y cereales en los panes.
* Nada como el agua jabonosa para crear la sugerente espuma de un café capuchino.
* Unos cubitos de hielo acrílicos en lugar de los hielos reales. Problema de los hielos reales: en cuanto se les añade agua, éstos se vuelven blancos y opacos al contrario que los hielos transparentes de los anuncios publicitarios.
* Se usa un spray de agua para que la botella o vaso de la cerveza o refresco de turno, parezcan estar realmente fríos. En realidad la “refrescante” cervecita está más calentorra que tu micción mañanera, porque a esa temperatura las burbujas aguantan más.
* Los tentadores helados de la publi, son en realidad bolas de puré de patata con colorantes artificiales. De otra manera, ya me contaréis cómo aguantaría un helado el calor de los focos en una sesión fotográfica de horas.
Así pues, nada es lo que parece, y al igual que los top models de las revistas no se dejan ver en la pescadería del barrio, esas comidas tan apetitosas de las fotos publicitarias, en realidad son incomestibles.
Si quieres abrir boca viendo como nos venden la moto para que “comamos con los ojos”, aquí tienes 100 fotos del producto real y el producto en la foto del envase.
Aquí os dejamos un vídeo muy gráfico, y que en un solo minuto da una buena idea de la manipulación de imágenes en la publicidad.
Fuentes: “Digital Food Photography”
Quesabesde
No hay comentarios:
Publicar un comentario
GRACIAS POR TU OPINION-THANKS FOR YOUR OPINION