CICLOGÉNESIS EXPLOSIVA * Ciclogénesis genovesa

 

Las Chuches producen caries y estropean la Corona.

 

Eso lo sabe to dios.

 

Al presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, solo le faltaban acusaciones ...de corrupción contra su partido para indignar aun más a los españoles, asfixiados por más de un año de drásticos recortes de su Gobierno.

 

Al mirar el mapa de isobaras la cara del presentador con los ojos muy abiertos nos advierte: ciclogénesis explosiva. En estos casos en 24 horas las cosas cambian para mal. Que se lo digan a Rajoy y a cuantos no les consta el asunto de los sobres. En este fenómeno meteorológico el viento gira al contrario de las agujas del reloj –en el hemisferio norte- y así nos hemos ido en un día escasamente a reencontrarnos con Cascos terso, Arenas jovial y Rajoy con todo el pelo negro. Nada como un lifting informativo para que se constate que aunque solamente sea para esto cualquier tiempo pasado fue mejor.

 

 



Las perras, las perras...



 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Dice Rajoy que el asunto está zanjado. Zanjado de zanja. Con toneladas de tierra encima. Cualquier hace de desenterrador de cadáveres. Las incógnitas son para todos los gustos y serán desgranadas-aventadas con oficio en las próximas semanas. La Esperanza dicen que no defrauda, así lo creo. Nunca defrauda y se mantiene firme vendaval tras vendaval que no es como ese precioso y poético que trajo a Mary Poppins. Este viento ha traído aires no desconocidos, pero casi olvidados. Evoca con su olor otros días, encoge estómagos y acelera las pulsaciones. Una verdadera tormenta, la mayor hasta ahora.

 

Aludes de datos, plumas afiladas y cuentas que saldar. Vestrynge ataca con la baza de la prescripción y se yergue con su verborrea habitual. La corbata oscura de Mariano, el jersey verde de Floriano, la escala de grises de Somoano, es como un eco que  lo embarga todo de hastío. Las soberbias se nutrían de sobres de calibres acordes a la responsabilidad. Gratificaciones, productividad, sobresueldos. Ahora mismo el asunto de la manutención de los diputados –legal, no lo olvidemos- es casi una minucia al lado de este escándalo.

 

 

 Al fin y al cabo, aunque adoleciendo de falta de sensibilidad social, no infringieron la ley quienes lo hacían. Llega pues el momento de dar un paso al frente;  quien quiera encabezar esta refundación necesaria debe provocar que se abra el debate definitivo, general y vinculante sobre el político profesional, la financiación de los partidos, las responsabilidades penales de cuantos se apartaron del camino. Vista la voluntad del presidente, las opciones se reducen a los grupos de izquierda. Si aceptamos la coyuntura actual como costumbre, estamos perdidos. Un futuro estado fallido y dentro de la zanja...“sí hombre…”