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viernes, 4 de enero de 2013

Recortes en igualdad también para lesbianas

Foto de Pepa SantamaríaEl partido Popular parece que ha decidido excluir la inseminación artificial de las lesbianas del catálogo de prestaciones gratuitas que se ofrecen en los hospitales públicos. Una medida congruente con la ideologización que está sufriendo la sanidad, como todos los derechos básicos, en donde se dificulta el aborto y también la inseminación de mujeres solteras. Así que la ideología matrimonial heterosexual que ha recibido un duro golpe por parte del Constitucional, puede ahora negarse a colaborar en que mujeres solas y lesbianas tengan el hijo o la hija que desean.


La cosa  no es de ahora mismo. Ya con algunos gobiernos socialistas y catalanistas, las lesbianas encontraron dificultades en algunas comunidades para acceder a estos servicios que se escudaban en que la Sanidad pública está para curar y que las lesbianas no tienen, per se, problemas de fertilidad. En la legislatura anterior, Asturias (PSOE), Murcia (PP) y Cataluña no incluían entre los tratamientos financiados públicamente el tratamiento de reproducción asistida a lesbianas porque no cumplían el requisito de formar parejas en la que uno de los miembros -el varón- sea estéril. Así lo fijaba el real decreto que fijaba la cartera mínima de prestaciones del sistema nacional del salud de 2006.


 Cuando las organizaciones lgtb protestaron por esta discriminación, en especial la FELGTB, el Ministerio adujo que “la ley de reproducción humana asistida no discrimina a ningún tipo de mujer, pero no establece si el tratamiento debe financiarse o no”.La por entonces ministra de Sanidad, Leire Pajín, opinó que no existía contradicción entre la ley de reproducción asistida, que dice que no se puede discriminar a las mujeres por su estado civil u orientación sexual y el decreto que fija los mínimos, que deja entrever que solo se financiarán los tratamientos a parejas (se supone heterosexuales) en los que uno de ellos es estéril. Este argumento es exactamente el mismo que el que usa la derecha para decir que no aprobar el matrimonio entre parejas del mismo sexo no discrimina a nadie ya que cualquier gay o lesbiana puede casarse con alguien del sexo opuesto, que tampoco los heterosexuales podían casarse con alguien de su propio sexo.


 El sistema se resiste a dejar la reproducción en manos femeninas. El PP ha ido un paso más allá y pretende prohibir  -no ya hacer una interpretación restrictiva- la posibilidad de que las lesbianas puedan acceder a la inseminación artificial en la sanidad pública. Argumentan lo mismo que los socialistas pero con más convicción: que la sanidad está para curar y no para solucionar problemas personales. Pero la sanidad no está solo para curar, sino para garantizar el acceso a la salud, entendiendo por ésta lo que entiende la OMS: “estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de enfermedad o dolencia”. La ciencia ayuda a las mujeres a tener hijos si así lo desean y muchas mujeres (no sólo lesbianas)  no quieren tener relaciones heterosexuales para ello. Poder tener los hijos que se deseen es un derecho básico, también para las lesbianas, y este deseo no debe verse condicionado porque tengan más o menos poder adquisitivo.


 Como parece imposible que el PP vaya a dar marcha atrás en este asunto, habrá que volver a métodos que las lesbianas utilizábamos hace años, cuando ser madre lesbiana era una rareza y casi una heroicidad. Que la técnica no nos ciegue. Ser madre por inseminación es algo que no requiere ninguna técnica, ningún aparato especial y tampoco hace falta tener actividad coital. Ser madre por inseminación es fácil y barato. La razón de que no se promocionen los métodos “caseros” es porque en todo esto hay un gran negocio. Pero la realidad es que sólo se necesita un amigo que quiera donarte su esperma, lo vierta en un recipiente y la mujer en cuestión se lo introduzca enla vagina.


 Nohay por qué tener miedo a supuestas enfermedades, cuando dichos miedos no se tienen cuando se tienen relaciones heterosexuales con las que se busca un embarazo. Más aun si conoces al donante. Algunas amigas mías han tenido hijos/as de esta manera. En mi opinión, si confías en el donante es una buena manera. Tampoco es mala cosa si el donante quiere ser padre (aun cuando existan dos madres) porque yo soy de la opinión de que un niño, cuanta más gente tenga que le quiera y le proteja, mejor. Mejor para el niño/a, mejor para la madre, que tendrá la garantía de que siempre habrá alguien que se ocupara de su niño si lo necesita.


 Puede ocurrir que no tengas un amigo que quiera jugar ese rol o que no conozcas a nadie. En ese caso, hay empresas que ponen en contacto a posibles donantes con aspirantes a madre, y que permiten, además, decidir qué tipo de relación mantener después con el donante: padre a tiempo completo, padre presente pero no a tiempo completo, contactos esporádicos etc.  Estas empresas no ofrecen semen, sino que ponen en contacto a donantes con mujeres que quieren quedarse embarazadas sin contacto sexual.  También es muy posible que la aspirante a madre no quiera padre de ningún tipo para su hijo y que quiera tener a su hijo o sola o con su pareja. Aun así la inseminación casera también es posible, aunque habrá que comprar esperma. En este caso sí que tendrás la seguridad de que ha sido testado médicamente para comprobar que está  libre de enfermedades. En Internet es muy fácil encontrar empresas danesas perfectamente legales y controladas legalmente que venden esperma por Internet, que te lo mandan a casa, vamos.


 A mucha gente todo esto le parece horrible. Yo creo que estas son maneras de escapar de las restricciones legales, es decir, no se pueden poner puertas al campo. Si no te dejan acceder al sistema público de salud para poder tener un hijo/a mientras que sí dejan abierto ese servicio para las mujeres heterosexuales, entonces lo que hay que hacer es enseñar que no es necesario tener mucho dinero para inseminarse y poder tener un hijo o hija, compartir esa información, que el sistema tenga que tragarse, le guste o no, que las lesbianas –y las mujeres en general- podemos decidir ser madres sin necesidad de ser heterosexuales, sin necesidad de padre, sin necesidad de tener una relación sexual. Le guste al sistema o no.




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