Pero en el PP entre escándalos y privatizaciones de todo lo público, en lugar de tratar de solucionar este brutal genocidio social que ellos mismos han generado con sus políticas, están más preocupados en guardar las espaldas a los suyos para que no acaben en la cárcel.
Jesús Sepúlveda, el insaciable y millonario ex marido de la ministra de Sanidad, Ana Matos, sigue cobrando del PP aún a sabiendas de que está imputado hasta las cejas en la trama de corrupción Gürtel. La dirección de este partido dice que no lo ha despedido porque respeta a sus funcionarios y otras sandeces infumables. Es patético que esta organización política, que ha despedido en menos de un año a cientos de miles de trabajadores y trabajadoras de la administración pública, que ha diseñado y aprobado una Reforma Laboral que ha destrozado la vida de millones de personas, que están siendo expulsadas de sus trabajos sin derecho a casi nada, haciéndonos retroceder casi a los tiempos del derecho de pernada, ahora nos venga con la excusa estúpida de que tiene que proteger a sus asalariados.
Precisamente a un tipo que ha vivido y vive a lo grande, que ha recibido, según informes policiales, todo tipo de regalos en forma de viajes, hoteles de lujos, artículos de moda, costosas fiestas con payasos para sus hijos, cenas caras, coches de alta gama y otros vergonzosos obsequios, de los que su ex mujer se está viendo seriamente perjudicada, acusada por el conjunto de la opinión pública, que piensa que también se benefició del jugoso pastel de las prebendas.
Este asqueroso montaje contrasta con las 6 millones de personas desempleadas, desesperadas y sin futuro en todo el estado, con una juventud que ya se ha convertido en una generación perdida, víctima de un sistema corrupto que solo privilegia a los de su casta, la misma que ha conducido a este país a un abismo de robos, delincuencia de guante blanco y abusos de poder. Casi 400 familias diarias desahuciadas de sus viviendas por la escoria bancaria, respaldada por una judicatura deshumanizada, injusta y al servicio de los que más tienen, definen un listado de injusticias, abusos y reformas salvajes, que acaban siempre pagando los sectores más desfavorecidos y vulnerables de la sociedad.
Pero en el PP entre escándalos y privatizaciones de todo lo público, en lugar de tratar de solucionar este brutal genocidio social que ellos mismos han generado con sus políticas, están más preocupados en guardar las espaldas a los suyos para que no acaben en la cárcel, en medio de una avalancha de acusaciones mediáticas y judiciales, donde la Fiscalía Anti Corrupción ya está investigando a fondo las cuentas de su ex tesorero Bárcenas, solicitando a la Audiencia Nacional que pida a Hacienda la documentación que compruebe si 23 imputados del partido del gobierno de Rajoy en la Trama Gürtel, podrían haber recurrido a la amnistía fiscal, si fueron beneficiarios de esta perfecta argucia legal, diseñada a la medida de defraudadores, especuladores y otras faunas de la España cañí del pelotazo y tentetieso.
La historia jamás absolverá a quienes se han enriquecido sobre el sufrimiento y la miseria de millones de ciudadanas/os. La justicia del pueblo no lleva toga ni se vende al mejor postor, pero siempre será implacable con sus traidores.
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