Tesorero connection: una saga genovesa de verano (III)
Hubo unos años, muchos para ser exactos, que dirigió los entresijos, túneles, cloacas y conspiraciones de salón entre los genoveses originales y genuinos, un asturiano de Gijón y conservador de los que, paradojas de la vida, entre sus méritos figuraba alardear de estar en contra del divorcio y de otras veleidades progresistas.
Con ese cartel de duro estibador de puerto que realmente le hacía justicia, era coloquialmente conocido en Génova 13 como el General Secretario y nadie discutía que por donde el pisaba no crecía ni la hierba ni la discrepancia. Respondía al nombre y apellidos de Francisco Álvarez Cascos. Con el paso del tiempo y con un rencor acumulado que le desbordaba, tejido golpe a golpe, navajazo a navajazo, en el 2011 por escrito comunicó que se quedaba fuera del PP. Dicho y hecho. Poco tiempo después fundó un Club privado con formato de Partido Político, logró una generosa financiación, se presentó a unas elecciones en su tierra, que ganó para luego perder y hoy dicen que va dando tumbos a media jornada entre el Parlamento de Asturias y sus negocios.La otra media a practicar sus costosas aficiones cibernéticas de todo tipo, condición y ubicación geográfica.
Y es que volviendo a su época gloriosa de ordeno, mando y dispongo, la misma por la que el juez Ruz tiene previsto interesarse el próximo martes y 13, los Cascos y los Bárcenas, los Aznares, los Rajoy, los Rato, etc., parafraseando la canción de Loquillo y Los Trogloditas que da título a esta tercera entrega de esta miniserie veraniega, hubo un momento que hasta creyeron ser los mejores, donde todo valía y donde “el dinero se gastaba y se podía comprar todo “.
Y por si hubiera alguna duda de ello, años después a través del hoy inquilino forzoso de Soto del Real, nos hemos ido enterado de detalles más que engorrosos para sus protagonistas que han dejado huella imborrable a través de manuscritos y libros de contabilidad depositados en el JCI nº 5 de la Audiencia Nacional.
Y es que al igual que Javier Arenas, el coprotagonista de nuestra anterior entrega, Francisco Álvarez Cascos, identificado también por diferentes alias en la contabilidad genovesa ( Paco, PAC, P.A, Paco A.C, Cascos a secas o Código 540), hasta al menos el año 2009 , no se podía ni imaginar los derroteros por los que iban acabar una diligencia judiciales que se estaban iniciando meses antes con discreción en la Audiencia Nacional. Tanto era así que cuando fue preguntado por las primeras noticias que involucraban a Luis Bárcenas en el Caso Gürtel no dudo en afirmar a la revista Época que : “ Siempre he sido fiel amigo de mis amigos y duro adversario de mis enemigos; soy amigo de Luis Bárcenas, es una persona honorable y conservo mi confianza en él ”.
No era una excepción la opinión, tan generosa y sincera, que Cascos tenía de Bárcenas. En esos momentos, para la inmensa mayoría mayoritaria de la dirección genovesa el entonces tesorero , ex gerente y senador, era un tipo honorable, con el que comían, cenaban, jugaban en selectos club, viajaban, le pedían créditos, intercambiaban sobresueldos y ajustaban contabilidades y compensaciones en el IRPF.
Y sin duda, uno de los que mejor le conocía, le trataba y le daba la ordenes del día era Cascos. Sabían mucho uno del otro. De entrada, sus respectivas retribuciones que recibían del Partido y que, tal como se refleja en la contabilidad oficial del PP, durante varios años, el General Secretario o Secretario General, tanto monta, monta tanto, se concretaron en cuantiosas cantidades fijas y periódicas en A, percibidas bajo diferentes denominaciones que fueron desde gastos de representación hasta salarios en especie por vivienda en alquiler y que según lo datos facilitados por una de las acusaciones personadas en la causa que instruye Ruz, sumaron durante los años 90-96, la cifra nada desdeñable de 575.795,49 €. Cantidad que complementaba su salario como Diputado durante ese mismo periodo.
Pero, a este dato desconocido para la inmensa de los votantes, propios y ajenos , hay que añadir otro que según el ex tesorero solo se beneficiaban un selecto grupo de dirigentes, entre los que se encontraba el propio Cascos. Se refiere a las cantidades anotadas en la contabilidad B que durante más 20 años gestionó con discreción y que hoy pueden ser consultadas a través del buscador Google a golpe de ratón. Hablamos de los sobresueldos en negro, opacos fiscalmente que se repartieron de manera desigual los máximos dirigentes genoveses. El montante recibido por Cascos, según Bárcenas, tampoco es cualquier cosa. Tan solo en el periodo que va desde 1990-2004, se embolsó 421.693,78 €. De los que más de la mitad lo habría recibido coincidiendo con su presencia como Vicepresidente y Ministro durante los gobiernos de Aznar / 1996-2004).
Pero las vinculaciones de F.A.C con los manuscritos de Bárcenas no se limitan a dejar solo constancia de esos sobresueldos. Según su detallada declaración del pasado 15 de julio, y cuyos extractos referidos al susodicho podéis consultar en este enlace, el Secretario General no solo recibía sino entregaba también diferentes cantidades de dinero de origen desconocido del que quedaba constancia en la contabilidad B, tal como se refleja en este dialogo entre Ruz y el propio Bárcenas :
Sr. Magistrado-Juez: En el año 94, abril del 94, pone: “entrega F.A.C. 10.000.000″
D. Luis Bárcenas: Francisco Álvarez Cascos.
Sr. Magistrado-Juez: Y esto en concreto, ¿se lo entregó el propio Sr. Cascos a usted y al Sr. Lapuerta?
D. Luis Bárcenas: ¿Qué año es?
Sr. Magistrado-Juez: El año 94, abril del año 94.
D. Luis Bárcenas: Si. Y si no pone nada más es que no nos dijo quien le había dado el dinero, claro.
Sr. Magistrado-Juez: Hay aquí otra entrega de 4.000.000 de pesetas, julio del año 95: “entrega P.A.C”
D. Luis Bárcenas: Paco Álvarez Cascos.
Sr. Magistrado-Juez: Y también en el año 96, otra “entrega P.A.C”
D. Luis Bárcenas: Lo mismo.
Sr. Magistrado-Juez: ¿Es el Sr. Álvarez Cascos?
D. Luis Bárcenas: Sí.
Sr. Magistrado-Juez:¿También la de mayo del 97 y septiembre del 97, con la misma referencia?
D. Luis Bárcenas: Eso son personas que visitaban al Sr. Álvarez Cascos y que el Sr. Álvarez Cascos se las remitía luego al tesorero y yo pasaba a apuntarlas, con lo cual probablemente el tesorero sepa el origen de esos fondos.
Y es que el ex tesorero en esta de momento su última declaración en sede judicial, redondeada con la entrega de las 9 carpetas de colores y un pendrive, opta por dejar en la intemperie a sus antiguos jefes, con rango de Secretarios Generales. Lejos quedan los años de vinos, rosas y sobresueldos. Sabe el y saben ellos que apenas hay salidas para una situación como la que se ha creado entre ellos. Son defensas incompatibles entre sí.
Es probable que Cascos y Arenas, cuando hayan recibido la citación para que testifiquen el próximo martes y 13 , estén lamentando aquellos tiempos en los que su subordinado era para ellos una persona honorable, decente y profesional. En todo caso, saben que ya es demasiado tarde para reescribir esa relación que hoy les amenaza con sacarles de la historia para acabar de mala manera como coprotagonistas de crónicas judiciales a caballo entre testigos e imputados.
Cosa distinta que no mejor es la situación de la última y recién llegada al selecto club de los Secretarios Generales genoveses. Nos referimos a María Dolores (de) Cospedal García. A ella y a sus especiales relaciones con Bárcenas le dedicaremos la 4 entrega de esta miniserie. Vamos allá. La pareja promete lo suyo y lo ajeno.
Blog Los Genoveses
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