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viernes, 13 de diciembre de 2013

¿A QUIÉN BENEFICIA EL DEBATE SOBERANISTA SOBRE CATALUÑA?





Ya hay fecha y enunciado para la consulta soberanista en Cataluña. Y a partir de aquí este asunto ocupará horas y horas de debates y dará lugar a todo tipo de análisis y de declaraciones, incluidas algunas barbaridades por ambos lados. El asunto es de tal importancia que es imposible no pronunciarse. Ahora bien, que los neoliberales y sus medios de comunicación no nos desvíen de nuestros objetivos con debates estériles. 



Cataluña, como todos los pueblos del mundo tiene derecho a decidir qué quiere ser. Yo no estoy, por tanto, en contra de que se consulte a los ciudadanos sobre un asunto tan importante. Ahora bien, me preocupa enormemente que el debate soberanista pueda ocultar el verdadero problema que tenemos las clases trabajadoras y populares: la lucha de clases existente tanto en España como en Cataluña. Tal y como recuerda muy a menudo el presidente Rafael Correa, no vivimos una época de cambios sino un cambio de época.


 Un cambio de época en el que no hace falta recordar que los derechos laborales, sociales o civiles de los ciudadanos europeos no tienen cabida, y están siendo fulminados bajo el mantra de aumentar nuestra "competitividad" frente a las economías de los países emergentes.


 El llamado Estado del Bienestar europeo es cosa del pasado; el pago de la deuda es la prioridad. Y, en el caso de España, todas estas políticas neoliberales han sido y están siendo impuestas, en contra de la población y utilizando la represión para lograrlo, por aquellos partidos políticos gobernantes que ahora parecen enfrentados por el debate soberanista.

Debemos preguntarnos, ¿a quién beneficia este debate soberanista? Desde el punto de vista político la respuesta es clara: a las derechas burguesas que gobiernan en España y en Cataluña, el PP y CIU. Ambas derechas nacionalistas, que son las mismas que gobiernan y recortan derechos en España y en Cataluña, son las más interesadas en desviar el debate público y mediático agitando sus respectivas banderas.


 PP y CIU: dos partidos burgueses en el gobierno español y catalán, podridos ambos por la corrupción, que aplican el libreto neoliberal marcado por los mercados, que imponen unas políticas neoliberales que perjudican a las clases trabajadoras españolas y catalanas, con unos presidentes cuestionados por los ciudadanos y dentro de sus respectivos partidos, y en clara caída electoral según todas las encuestas. En este contexto, vuelvo a preguntar, ¿a quién beneficia este debate soberanista en plena guerra de clases en toda Europa?


Es cierto que el PP y CIU no están solos en este largo enfrentamiento territorial que se abre, pero dado que son los partidos gobernantes, tienen una posición privilegiada a la hora de liderar el debate y arrastrar a la opinión pública hacia sus intereses partidistas. Si las izquierdas, tanto en España como en Cataluña, centran su discurso en el debate soberanista y olvidan la lucha de clases inherente a este y a todos los debates políticos, corren el riesgo de ejercer de meras comparsas del PP y de CIU.


 Si los partidos de izquierdas y movimientos y organizaciones sociales olvidan la lucha de clases y emplean sus energías en el debate soberanista, corremos el riesgo de que muchos trabajadores y víctimas de las políticas neoliberales de PP-CIU acaben abrazando sus discursos para defender sus aspiraciones nacionalistas.

Los trabajadores españoles y catalanes, al igual que los trabajadores franceses, portugueses, griegos, alemanes, etc., tenemos un enemigo en común que nada tiene que ver con las banderas o los territorios: la burguesía empresarial y financiera que domina la economía y la política en los países capitalistas europeos. Es esta visión de clase y no de territorio la que tiene que enfatizar la izquierda, ya sea nacionalista o no. Si hablamos de soberanismo catalán no hablamos de recortes de derechos; si hablamos de independentismo no hablamos de la Troika; si hablamos de territorios no hablamos de lucha de clases; si hablamos de banderas no hablamos de expolio público y corrupción.


Este es el riesgo de que se abra un debate tan complejo en estos momentos, justo cuando más necesitamos de la unidad entre los trabajadores y las fuerzas de izquierdas de todo el Estado español.


Pero, además, ¿es posible que este debate soberanista que ahora se abre definitivamente, pueda afectar negativamente a los diferentes sectores de izquierdas - nacionalistas y no nacionalistas - que desde hace tiempo vienen trabajando por la construcción de un frente político y social de izquierdas que doblegue al bipartidismo? Mucho me temo que este debate sólo beneficia a los culpables de la crisis económica capitalista, que a su vez es la crisis del régimen bipartidista español del 78 nacido de la Transición.


 Los responsables de que las clases dominantes opriman a las clases populares y trabajadoras, tanto en Cataluña como en toda España, pretenderán presentarse ahora como los salvadores de sus patrias envueltos en sus banderas. No mordamos ese anzuelo.


Artículos relacionados: Sobre la Independencia de Cataluña: mi patria es mi clase social. El Mirador 16-10-2012


 


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