Conflictos mundiales * Blog La cordura emprende la batalla


sábado, 7 de diciembre de 2013

Mandela y el cinismo despreciable de la derecha



Escribía Lenin cómo en vida de los grandes revolucionarios, las clases opresoras les someten a constantes persecuciones, acogen sus doctrinas con la rabia más salvaje, con el odio más furioso, con la campaña más desenfrenada de mentiras y calumnias.

Pero de la misma manera, una vez muertos, se intenta convertirlos en iconos inofensivos, canonizarlos, por decirlo así, rodear sus nombres de una cierta aureola de gloria para 'consolar' y engañar a las clases oprimidas, castrando el contenido de su doctrina revolucionaria, mellando su filo revolucionario, envileciéndola.

Con la muerte de Mandela, cualquiera puede reivindicar su lucha vaciándola previamente de su historia y de su contenido, entendiendo que su figura se puede desvincular de sus actos y de su trayectoria... Así entonces, observamos cómo la vergüenza puede no tener límites y la cara siempre puede ser más dura de lo que imaginamos.

No han tardado desde los sectores del Partido Popular en llorar su muerte y alabar su lucha por los Derechos Humanos, así en abstracto, poco importa cuáles eran las posiciones políticas conservadoras por aquel entonces,  la de sus referentes teóricos o políticos cuando realmente había que definir una postura clara.

Las muestras de dolor por parte de la derecha no se quedan simplemente en meros actos protocolarios, toman tonalidades verdaderamente desagradables y despreciables cuando directamente hacen de Mandela un velado referente a lo que ellos son hoy día.

La presidenta de Nuevas Generaciones de Madrid, Ana Isabel Pérez, homenajea a Mandela con una foto suya donde se puede leer, que "el futuro de una nación es tan prometedor como la próxima generación de ciudadanos". La frase no está escogida al azar, nos da entender que ellos forman parte de esa generación de ciudadanos y que en cierta manera representan el futuro de la nación.

Un Tweet más abajo aparece en una foto con Carromero gratificando su valía. Seguramente Mandela cuando pronunciaba esa frase estaba pensando en gente como Carromero, todo un ejemplo de las nuevas generaciones. Son capaces de reconocer la lucha por los DDHH siempre y cuando queden lejos y no tenga que reconocerlos ellos aquí, en tal caso, para cientos de miles en las cunetas solo les ofrecen desprecio.

Según cuenta el periodista @jordiborras, Alicia Sánchez Camacho en un mitin con motivo de la celebración del día de la Constitución  ha homenajeado a Mandela por su lucha por la unidad de Sudáfrica. Al final va a parecer que Mandela en lugar de subvertir el anquilosado pensamiento conservador que equipara en todo momento lo legal a lo legítimo, pensamiento incapaz de concebir la desobediencia, se convierte en un defensor de la legalidad por encima de las necesidades democráticas de la población.

Ahora está de moda tomar frases sueltas de personajes ilustres para defender objetivos muchas veces contrarios a lo que defendían, o para que una empresa motive la explotación laboral. Quizás se olvidan de que Mandela levantaba el puño y que Fidel Castro siempre fue un gran amigo suyo.

El cinismo supera al ridículo cuando se lo propone; en nosotros está combatirlo con dignidad, porque los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos.

Artículo de Jorge Moruno, en Público (extracto)






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