Las medidas de austeridad han creado un nuevo mapa de pobreza.
A más de cinco años del comienzo de la gran recesión del siglo XXI, Europa exhibe un nuevo mapa de la pobreza.
En la eurozona, Grecia vive “al borde de
una catástrofe humanitaria”, España tiene tres millones de personas que
sobreviven con ingresos mensuales de menos de 307 euros (US$417), las
cifras oficiales de Portugal colocan a un 18% de la población por debajo
de la línea de la pobreza, y en países fundadores del proyecto
paneuropeo como Italia, el número de pobres se duplicó entre 2007 y
2012.
La situación va más allá de la llamada
periferia. En Alemania casi ocho millones de personas sobreviven con
unos 450 euros (US$611) mensuales de salario y, por fuera del euro, en
Reino Unido, los bancos de alimentos, administrados por organizaciones
caritativas, se han multiplicado por 20.
Los datos de la agencia de estadísticas
europea, Eurostat, o del Banco Mundial, coinciden con los de ONGs que
luchan contra la pobreza como Oxfam.
“Hay un nuevo mapa de la pobreza como
consecuencia de las medidas de austeridad. Desde el aumento del
desempleo hasta el desalojo y el desmantelamiento del Estado de
Bienestar están contribuyendo a este nuevo panorama”, señaló a BBC Mundo
la directora de Oxfam Internacional, Natalia Alonso.
¿Qué es ser pobre en Europa?
La pobreza se mide en términos absolutos
y relativos. En el primer caso se trata de una virtual incapacidad de
supervivencia. En el segundo es relativa al ingreso promedio y las
expectativas de una época (no tener heladera o electricidad o agua
corriente, etc.) que puede ser diferente en Europa que en América
Latina, a principios del siglo XX o del XXI.
En Reino Unido la ONG Trussell Trust suministra dos semanas de alimentación de emergencia en más de 400 bancos de alimentos.
En 2011-2012, unas 128.697 personas recurrieron a estos bancos. En 2012-2013 la cifra casi se triplicó: 346.992.
“Es gente que tiene que elegir entre
comer y prender la calefacción. Gente que come una vez al día. Padres
que apenas comen para alimentar a sus hijos. Muchas veces uno se olvida
lo fácil que es caer en esa situación. Pérdida de empleo, una cuenta muy
alta de electricidad, una reducción de los beneficios sociales, dramas
familiares y una persona se queda con poco o nada. A esto se suman
salarios bajísimos, empleos temporales o de medio tiempo que hace que la
gente entre y salga de situaciones de extrema necesidad”, señaló a BBC
Mundo Chris Mould, director de la Trussel Trust.
En Reino Unido se ha acuñado el término “pobreza energética” (fuel poverty)
para un creciente porcentaje de la población que sobrevive el eterno y
durísimo invierno británico sin calefacción, porque no pueden hacer
frente a las cuentas.
Geraldine Pool, diagnosticada con
depresión, divorciada, con un hijo y sin trabajo es una de las personas
que no pueden prender la calefacción este invierno y han recurrido a los
vales de los bancos de comida del Trussell Trust.
“Con el vale me dieron carne y pescado
envasado, pasta, azúcar, leche, té. Eso me ayudó a sobrevivir por un
tiempo. Pero no puedo prender la calefacción: no podría pagar las
cuentas. No tengo agua caliente, así que para bañarme tengo que calentar
el agua y asearme como puedo”, señaló a BBC Mundo.
Los PIIGS
Los bancos de alimentos en Reino Unido se han multiplicado por 20.
Según Eurostat, en 2012 unos 124
millones de personas -24.8% de los 28 países de la UE- estaban en
“peligro de pobreza o exclusión social”, definición que incluye tanto la
pobreza relativa como la absoluta. En 2008 la cifra era del 17%.
Esta situación es particularmente
visible en los países más golpeados por la crisis de la eurozona y los
programas de ajuste, agrupados bajo el burlón acrónimo de PIIGS (“Pigs”
es cerdos en inglés y abarca a Portugal, Italia, Irlanda, Grecia y
España).
El economista griego Costas Lapavitsas, académico de la Universidad de Londres, y autor de “Crisis in the Eurozone”, describe la situación en su país.
“Grecia vive una crisis humanitaria peor
que la Argentina del fin de la convertibilidad en 2002. Ha crecido la
pobreza absoluta y relativa. El sistema de salud ha colapsado, la gente
no puede prender la calefacción, los bancos de comida están a la orden
del día”, señaló a BBC Mundo.
Es una historia que parece sacada de una
moderna picaresca de la pobreza, uno de cada diez hogares griegos a los
que se les cortó el suministro eléctrico el año pasado por no abonar
las cuentas recurrió a la inventiva, “colgándose” ilegalmente del
suministro general para poder tener acceso a luz y energía eléctrica.
“Grecia vive una crisis humanitaria peor que la Argentina del fin de la convertibilidad en 2002.” Costas Lapavitsas
En Italia, el presidente del Instituto
de Estadísticas, el ISTAT, Antonio Golini, indicó al Parlamento en
octubre que la pobreza pasó de 2,4 millones a 4,8 millones entre 2007 y
2012.
Con una caída del Producto Interno Bruto (PIB) del 1,8% en 2013 no hay mejora a la vista.
“Pero esto va más allá de los PIIGS. Está pasando en el centro. En Francia, por ejemplo”, subraya Costas Lapavitsas.
Vivir con menos
En septiembre del año pasado el
Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos de Francia
(INSEE) reveló que en 2011 la pobreza en Francia afectó al 14,3% de la
población total, su nivel más alto desde el año 1997.
Según el INSEE unas dos millones de
personas viven con menos de 645 euros por mes (US$877), unos 3,6
millones tienen problemas de vivienda y unos 3,5 millones reciben ayuda
alimentaria.
El caso más emblemático de esta “pobreza
de los ricos” es Alemania, exhibido siempre como modelo a seguir en la
eurozona por su crecimiento económico y su flexibilización laboral.
La cara oscura de este crecimiento son los casi ocho millones de personas que sobreviven con los llamados minijobs que dan unos 450 euros mensuales (US$611) y prestaciones sociales nulas.
Desde los orígenes de la flexibilización
germana con el gobierno social demócrata de Gehrard Schroeder en 2002
hasta su actual versión con la canciller Angela Merkel, los bancos de
alimentos se han triplicado de 310 a 906.
Una situación similar se da en otro de los modelos de sociedad equitativa de antaño, Holanda.
En diciembre la Agencia Oficial de
Estadísticas señaló que en 2012 el porcentaje de holandeses que vivía
por debajo del umbral de la la pobreza había saltado al 9,4%,
equivalente a unos 664.000 hogares. En 2010 el porcentaje era el 7,4%.
No a todos les va mal
En Reino Unido se acuñó el término “pobreza energética”.
En 2007 Europa era ya más desigual que en 1970: esta realidad se ha profundizado vertiginosamente desde entonces.
Según el Observatorio de la Realidad
Social de la organización católica Cáritas, el número de millonarios en
España aumentó en un 13% entre mediados de 2012 y 2013 hasta superar las
400.000 personas.
En 1976, el presidente de la tercera
entidad bancaria española ganaba ocho veces más que el empleado medio;
hoy gana 44 veces más.
“En Grecia, Irlanda, Italia, Portugal,
España y el Reino Unido se ha visto un crecimiento de los niveles de
desigualdad comparables con el 16% de aumento en Bolivia en los seis
años que siguieron al programa de ajuste de los 90. En estos países
europeos o el 10% más rico gana más o el 10% más pobre gana menos o
ambas cosas”, señaló a BBC Mundo desde Oxfam Natalia Alonso.
El impacto no es sólo social o humanitario: el mismo modelo de crecimiento europeo de la posguerra está en juego.
Este modelo incluyente y con fuertes
tendencias niveladoras en los social permitía un crecimiento basado en
un alto consumo doméstico. El modelo no ha desaparecido, pero está en
crisis.
“Si no cambian estas políticas, Europa
necesitará 25 años para recuperar el nivel de vida que gozaba antes de
la crisis. Hay un desmantelamiento de un modelo en marcha. Hoy la
desigualdad en Reino Unido es igual que en Estados Unidos”, indicó
Alonso a BBC Mundo.
Marcelo Justo ⎮BBC Mundo ⎮16 de enero de 2014
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