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miércoles, 12 de febrero de 2014

La República tiene nombre de mujer, la mujer de la República tiene el nombre de Clara Campoamor.

Hoy conmemoramos el nacimiento, en 1888, de Clara Campoamor, defensora de los derechos de la mujer y en especial del sufragio femenino. En esta foto de 1931 aparece como diputada tras ser elegida por el Partido Radical.

Hoy conmemoramos el nacimiento, en 1888, de Clara Campoamor, defensora de los derechos de la mujer y en especial del sufragio femenino. En esta foto de 1931 aparece como diputada tras ser elegida por el Partido Radical.

Clara Campoamor 

 

 Algunos planos de secuencia, de Clara Campoamor (la Mujer olvidada) emitida por TVE1.





La República tiene nombre de mujer, la mujer de la República tiene el nombre de Clara Campoamor.



Posiblemente Clara Campoamor es la mujer que mejor encarna la mujer republicana, aquella que intento poner a la mujer en su lugar, aquella que demostró que no existía razón para considerar a la mujer como un ser inferior, en aquella España machista y retrograda del siglo XX, donde políticos de gran altura consideraban a la mujer un ser inferior.


 Como luego ocurriese con la dictadura franquista que hasta tuvo la desfachatez de editar un   manual franquista de la buena esposa.


“Formó parte de la Comisión Constitucional encargada de elaborar el proyecto de Constitución de la nueva República e integrada por 21 diputados, y allí luchó eficazmente para establecer la no discriminación por razón de sexo, la igualdad jurídica de los hijos e hijas habidos dentro y fuera del matrimonio, el divorcio y el sufragio universal, a menudo llamado “voto femenino”. Consiguió todo, excepto lo relativo al voto, que tuvo que debatirse en el Parlamento
 
 
La izquierda, con la excepción de un grupo de socialistas y algunos republicanos, no quería que la mujer votase porque se suponía que estaba muy influida por la Iglesia y votaría a favor de la derecha. Por ello, el Partido Radical Socialista puso frente a Clara a otra reconocida diputada, Victoria Kent, contraria al voto de las mujeres. El debate fue extraordinario y Campoamor fue considerada como la vencedora. Finalmente, la aprobación del sufragio femenino se logró con el apoyo de la minoría de derechas, gran parte de los diputados del PSOE –excepto el sector encabezado por Indalecio Prieto– y algunos republicanos.
 
 
 
En 1933 no renovó su escaño, y en 1934 abandonó el Partido Radical por su subordinación a la CEDA y los excesos en la represión de la insurrección revolucionaria en Asturias. Pero cuando ese mismo año, intentó (con la mediación de Santiago Casares Quiroga) unirse a Izquierda Republicana (fusión de radicalsocialistas, azañistas y galleguistas), su admisión fue denegada.
 
 
 Entonces escribió y publicó, en mayo de 1935, Mi pecado mortal. El voto femenino y yo, un testimonio de sus luchas parlamentarias.” http://es.wikipedia.org/wiki/Clara_Campoamor
 

Gracias a María Torres me ha llegado el enlace de un magnífico libro "Ni tontas ni  locas" donde encontramos estas reflexiones de  Clara Campoamor: 
 
 

 “Para mí la República era la conquista de realidades, abriendo anchas las ventanas al porvenir. Una España republicana con casinillos radicales para hombres solos, casinillos sucios, malolientes y vacuos, no me interesaba. 
 
Una república con demócratas verbalistas y mujeres apagadas en el hogar, de laicos de merendero en viernes santo y esposas con freno religioso; de amor libre masculino, con mujeres despreciadas y niños abandonados; de ángeles legítimos del hogar y de padres ilegítimos fuera de él amparados por la inexistencia de la investigación de la paternidad...
 
 
 Una República así no me interesaba   sino para trabajarla, combatirla y transformarla.“ ([Campoamor, 1936)
 
 





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