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domingo, 13 de abril de 2014

El Gobierno vasco empieza a pagar este mes la factura de la deuda de Patxi López LA CAV DESEMBOLSARÁ LA PRÓXIMA SEMANA CERCA DE 29 MILLONES



El Gobierno vasco empieza a pagar este mes la factura de la deuda de Patxi López

LA CAV DESEMBOLSARÁ LA PRÓXIMA SEMANA CERCA DE 29 MILLONES
LA CUENTA SE DISPARARÁ EN EL ÚLTIMO TRAMO DEL AÑO CON AMORTIZACIONES DE MÁS DE 600 MILLONES

Carlos Aguirre, en una comparecencia como consejero de Hacienda
BILBAO - 

 El Gobierno vasco afronta la próxima semana un rally de pago de deuda que le obligará a desembolsar de golpe casi 29 millones de euros. En apenas doce días pagará por intereses y amortizaciones prácticamente la misma cantidad que asumió en el primer trimestre del año. Son las consecuencias directas de la crisis en el bolsillo de la Administración Pública vasca y la primera gran factura que pasa a los vascos la deuda emitida por el Gobierno de Patxi López.






En los casi cuatro años de vida del Ejecutivo socialista el nivel de endeudamiento se multiplicó por siete y es este ejercicio el primero en el que se notará de forma contundente el peso de la carga financiera en los Presupuestos Generales de la CAV, sobre todo a partir de este mes de abril. Desde este momento hasta 2017 el Ejecutivo tendrá que saldar deudas por valor de 3.642 millones. 

Y todavía quedarán casi otros 5.000 millones de euros de herencia pendientes de pago para distribuir en otros ejercicios. A 31 de diciembre de 2013, sin tener en cuenta las emisiones de este año, la deuda viva de la CAV ascendía a 8.591 millones, una cifra de vértigo a la que habrá que añadir las colocaciones de bonos y obligaciones y los préstamos que se realicen en el futuro.


El gran salto llega en este 2014, en el que se pasa de un lastre financiero de 405 a 792 millones, a un suspiro de duplicar el volumen. Pero la cifra dará otro repunte en 2015, con una carga estimada de algo más de 1.030 millones, cinco veces más que la deuda presupuestada en 2009. Será el pico máximo, si bien el desorbitado nivel de deuda contraído durante la crisis más larga y dura de la historia convivirá con los Presupuestos, con el gasto público, durante en torno a una década.


De momento, los vencimientos de este abril, básicamente intereses de emisiones y alguna amortización realizadas durante la etapa de López, obligará a realizar un fuerte desembolso desde el pasado viernes y hasta el miércoles de la Semana de Pascua.


 La máquina ya no parará en lo que queda de año. Al contrario, su motor irá subiendo de revoluciones, de modo que entre mayo y agosto se afrontarán pagos por casi 120 millones. Sin embargo, la parte del león llegará después del verano con el desembolso de 604 millones, la mayor parte en el último trimestre, cuando se saldará el 76% de la factura de este año.



La mejora en la recaudación fiscal y la recuperación de la economía en general permitirá asumir esos desembolsos sin grandes tensiones de tesorería, si bien el Departamento de Hacienda se verá obligado a corregir la más mínima desviación del gasto para poder seguir al milímetro el camino de estabilidad marcado en las Cuentas Públicas. 


Con unos rígidos límites del déficit anotados en la primera página de cada presupuesto, no hay margen para otra cosa.


ENDEUDAMIENTO DURANTE CRISIS El más claro síntoma del desgaste que han sufrido la arcas de la Administración vasca durante la tormenta financiera es el desfase entre la deuda a pagar este curso contraída antes y después de la crisis. Una frontera que está marcada en la contabilidad del Gobierno vasco por la llegada de Patxi López a Ajuria Enea.


De los casi 792 millones a amortizar en 2014, el endeudamiento vivo previo a la crisis es de cerca de 305 millones, aunque casi la mitad de esa cifra -unos 132 millones- corresponden al pago de intereses y a la amortización de una emisión de finales de 1999, durante la fase de recuperación de la anterior crisis, que como está va a tardar en torno a 15 años en pasar a mejor vida.


De lo que hay que pagar este año, el saldo contraído durante la anterior legislatura es de 432 millones, más de la mitad de la deuda a 31 de diciembre, y el Gobierno de Iñigo Urkullu lanzó el año pasado emisiones por 54,6 millones. En los Presupuestos hay consignados otros ocho millones en operaciones para este año, que se distribuirán a lo largo del curso a medida que se pongan en circulación.


Si se eliminan esos 8 millones de la ecuación, se puede establecer un calendario trimestral de pagos y compararlo con la previsión de cara al año que viene. Los volúmenes no varían en exceso en el primer y tercer trimestre, con pagos de cerca de 35 y 62 millones, respectivamente, tanto en 2014 como en 2015. No obstante, el año que viene la mayor parte de la deuda, 548,5 millones (53%) se afrontará entre abril y junio y el último trimestre será relativamente más llevadero con 388 millones frente a los 602 de este año.


La crisis ha obligado a un mayor endeudamiento, a más largo plazo y a un interés mayor por la presión de los inversores. Así casi toda la deuda contraída antes de 2008 se saldará básicamente entre este año y el próximo. Quedarán 46 millones de euros para 2016 y entonces desaparecerá del balance cualquier endeudamiento previo a la recesión.


En cambio, la deuda asociada al actual ciclo económico permanecerá en algunos casos más de doce años en los Presupuestos.


En general, la situación no empezará a normalizarse antes de 2020.


DEUDA EN RELACIÓN AL PIB Los analistas consideran que la existencia de una elevada deuda pública no constituye un riesgo excesivo si hay recursos para afrontarla. Es el caso de Euskadi, porque al margen de las cifras absolutas, el ratio deuda-PIB es el mejor indicativo de cara a visualizar la capacidad de pago y en ese frente la situación es relativamente favorable.


Según los datos del Banco de España a cierre de 2013, la CAV debe un 13% de su PIB. Solo Madrid tiene mejor ratio, un 12%, y lo consigue por su empeño en recortar el gasto en los servicios públicos. 


Euskadi está muy lejos del 30% de Catalunya o del 33% de Valencia, mientras que la media estatal es del 20%. Con todo, la CAV ha pasado de un 1,5% de deuda sobre PIB de 2008 a los niveles actuales en un abrir y cerrar de ojos.




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