Hoy, en el mismo centro de Madrid, se ha representado esa escena eternamente repetida en nuestra lúgubre historia. Hoy, el espectro de aquél fascismo de peineta y hostia santa, del abuso y la impunidad... se ha hecho de nuevo carne.

 

... ES QUE SON LAS CINCO

Hoy, en la plaza de mi pueblo, en pleno siglo XXI, el cacique ha hecho (otra vez) de las suyas.

Hoy, en el mismo centro de Madrid, se ha representado esa escena eternamente repetida en nuestra lúgubre historia.

Hoy, el espectro de aquél fascismo de peineta y hostia santa, del abuso y la impunidad... se ha hecho de nuevo carne. Hay quien dice incluso, que durante un momento, se pudo ver al terrateniente subido a su caballo, aferrando las riendas con una mano, y con la otra, matando a garrotazos al infame descamisado que no se apartaba del camino.

Hoy, sobre las cuatro de la tarde, en las proximidades de la Plaza de Callao, la presidenta del PP madrileño, Esperanza Aguirre y Gil de Biedma, condesa consorte de Bornos y grande de España, ha detenido su coche en el carril bus y se ha bajado para sacar dinero de un cajero. Una pareja de agentes de movilidad ha procedido a multarla. La expresidenta de la Comunidad de Madrid, (muy alterada y nerviosa según el informe policial) ha entablado una breve discusión con los agentes, posteriormente se ha introducido de nuevo en el vehículo y sin llegar a entregar la documentación requerida, ha arrancado el coche derribando una de las motos y dándose a la fuga.

 

 

 Ha comenzado entonces una persecución por parte los agentes y un coche patrulla de la Policía Municipal por las calles cercanas a la Gran Vía que ha terminado en el domicilio de Esperanza Aguirre, allí varios miembros de la guardia civil que prestan servicios de escolta han intentado convencer a los agentes de que sólo se trataba de un accidente sin mayor trascendencia, a lo que los Policías Municipales han respondido interponiendo una denuncia en comisaria.
Mañana... haremos chistes sobre el asunto... los españoles hacemos chistes de todo... incluso de lo que nos mata... quizá por eso morimos tanto. 

Mañana no nos plantaremos frente a la sede del PP para mostrar nuestra indignación por lo ocurrido... mañana no acudiremos al ministerio de justicia para que se nos explique por qué Aguirre no está durmiendo en un calabozo a la espera de ser puesta a disposición de un juez... mañana no preguntaremos al ministro de interior por qué hay varios guardias civiles que pagamos todos dando escolta a quien ya no ostenta ningún cargo publico... mañana no nos plantaremos a las puertas del ayuntamiento para exigir, antes de que sean depurados, los nombres de los POLICÍAS que bien podrían haber mirado para otro lado en lugar de cumplir con su deber.

Varias horas más tarde del incidente y presumiblemente más tranquila, Esperanza Aguirre ha dado a ONDA CERO su versión de los hechos.

"Les he dicho... oiga, yo me tengo que ir porque tengo prisa, y no te puedo dedicar más tiempo "querido"... porque estoy en un sitio que... que... que no puedo... no puedo seguir hablando... osea... osea... que esta es la pura verdad. Dicen que he arroyado a un policía... osea... al irme yo, se ha caído una moto, que malísimamente había dejado aparcada otro agente... le he dicho, pues nada discúlpeme, luego han venido a casa..."

Después, y completando la descripción de lo ocurrido para la cadena COPE remató su declaración afirmando que ante la insistente negativa de los agentes de movilidad a dejarla marchar, y justo antes de darse a la fuga, Aguirre llegó a espetarles:

"Se me hace tarde chatos... que me voy a ir... ¿que por qué?... es que son las cinco"

Y no la falta razón... son la cinco... llevamos siglos atrapados en las cinco.

¿Que qué significa eso de que son las cinco?

Os lo explico...

Cuando alguien como Esperanza Aguirre y Gil de Biedma, condesa consorte de Bornos y grande de España se topa con la justicia (incluso con la ley), cuando tropieza con lo que nos debería hacer a todos iguales, con los derechos y las libertades de los que supone sus súbditos, con la obligación de someterse a cualquier precepto que no sea imponer su voluntad... en ese preciso momento, ella (y los que son como ella) dicen que son las cinco.

Cuando afirma que son las cinco dice que tú, agente de movilidad de mierda, no eres nada... que eres menos de lo necesario para que ella vuelva siquiera la cara... incluso mucho menos de lo que son todos esos corderos que la miran desde la acera... que eres nada... y que ella lo es todo. Dice además que esa supuesta autoridad que representas no la alcanza "querido"... que eso de que la ley es para todos no es un cuento de niños, apenas un sueño de los pobres ingenuos que formamos parte del atrezo de su vida, de su democracia... que por eso es tan paciente... pero que su paciencia se acaba... por que son las cinco... y a falta del valor necesario para darle cuerda a esta gentuza... siempre lo 

serán.

 

 Publicado por Pelayo Martín