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sábado, 5 de abril de 2014

Nocturnidad y alevosía explotadora Un empresario gallego de la hostelería somete a su plantilla a exámenes por escrito y de madrugada.


Nocturnidad y alevosía explotadora

Un empresario gallego de la hostelería somete a su plantilla a exámenes por escrito y de madrugada.

Tres de la madrugada en cierto restaurante especializado en pizzas de Ferrolterra. La plantilla se ve sometida a un examen por escrito, como cada fin de semana. El empresario les presenta un test, en el que los trabajadores deben contestar a preguntas como las siguientes: "¿Qué puntuación darías a cada compañero? ¿Es necesario que grite, castigue o amenace con despidos para que quede claro?". Según la documentación aportada por la CIG, en esos exámenes la plantilla tiene que opinar sobre sus compañeros. Y responder a preguntas tan surrealistas como la siguiente: "¿Es lógico que esté como está el cubo de la fregona de la sala? Justifica la respuesta".
 

 
 
Según denunció  hoy la CIG, "os traballadores padecen berros, amenazas, un trato vexatorio". El empresario posee tres restaurantes en centros comerciales de Ferrol y Narón, "onde aplica o convenio de pizzería a domicilio en vez do convenio de hostelería, deste modo un traballador a xornada completa cobra 900 euros (preto de 400 menos do que lle corresponde)". Según Cristina Martínez Padín, responsable de CIG-Servizos, "os traballadores teñen que facer ademáis 50 horas semanais, con 10 extras gratis... tamén hai incumprimentos nas baixas, xente que casou e que non puido ter os días libres que lle correspondían".

La situación ya se puso en manos de la Inspección de Trabajo. El portavoz comarcal de la CIG, Xesús Anxo López Pintos, insiste en que "estas reunións celébranse unha vez por semana e de madrugada, o empresario aproveitou a situación de emerxencia social da comarca para someter aos traballadores a través de berros e tests intimidatorios". Otras preguntas de dicho test: "¿Tienes algún problema de oído, comprensión o alguna deficiencia? ¿Sería lógico que cambiara el personal por trabajadores que sí escuchen?". Y la plantilla tiene que responder a todas estas cuestiones por escrito, según denuncia la CIG.

El Correo Gallego
 
 
 
 
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