El PP$OE ha votado como una piña la ley de abdicación real que regula la subida al trono del
segundo de la dinastía instaurada por Francisco Franco para dar continuidad a su régimen tras su muerte, Felipe VI. Ambos han demostrado de nuevo, por si alguien todavía no se había enterado, que son y defienden exactamente lo mismo, salvo algunos detalles aparentes, y que no les interesa para nada lo que piensen los ciudadanos; no obstante, su función primordial hasta ahora ha sido la de dar una apariencia de falsa democracia, de libertad de elección superficial pero básica para que la trola de la transición colara lo suficiente, mientras servían ambos al gran capital, a la oligarquía y a, en definitiva, los grandes delincuentes económicos (a cambio, por supuesto, de una parte del botín).
Ahora, después de su voto común de hoy (similar, por otra parte, a tantos otros casos sangrantes como los intentos de regulación de la dación de pago, de parar los desahucios, de condenar el franquismo o de dejar de obedecer las órdenes de la Unión Europea), ya sabemos que tanto Partido Popular como Partido Socialista Obrero Español siguen estando por la continuidad del régimen diseñado, atado y bien atado por el franquismo.
Existía una pequeña oportunidad de que, al menos los socialdemócratas, se desvincularan de la monarquía y lo que esta representa, ahora que ya no tenían la excusa del famoso "ruido de sables" de la transición. Sin embargo, sin una fisura, incluyendo a los "jóvenes" que dicen representar el futuro de los socialdemocratas, como el tal Madina, han votado por aprobar la ley de abdicación y por que el siguiente de la dinastía instaurada por el sanguinario y criminal Francisco Franco ocupe el puesto de jefe de estado por encima y a pesar de los españoles.
Ha quedado bastante claro que es lo que defienden estas dos mafias, por si todavía, después de cuatro décadas de desmanes compartidos, no lo estaba. Tan solo queda recordarlo en las próximas elecciones y votar, los que voten, con sus sucios nombres bien presentes en la memoria: los dos partidos del bipartidismo orgánico han votado la continuidad de los restos malolientes del franquismo, y no parecen estar dispuestos, de momento, a sanearse.
Ya veremos que pasa cuando sientan como continúa su caída libre electoral y cuando, seguramente, los oportunistas del P$OE se empiecen a revolver en sus escaños y puestos bienpagados viendo que han perdido la oportunidad de subirse al tren del cambio (el verdadero, no aquel que el mafioso Felipe González utilizara como anzuelo para engañar a los trabajadores y que luego, pues ambos partidos son sustituibles cuando se trata de estafar al pueblo, utilizó también Mariano Rajoy) . Entonces, en ese momento, habrá que tirar de memoria y hemeroteca y recordar muy bien los nombres y apellidos de los que han optado por el régimen del pasado y lo que en realidad representan: el inmovilismo, la continuidad de nuestro hediondo y criminal pasado de España, el mercenarismo de aquellos capaces de vender cualquier principio a cambio de privilegios, altos cargos y la oportunidad de seguir viviendo sin dar palo al agua a costa del dinero de todo.
El gran pacto PP-P$OE de la votación de hoy anticipa, quizás, el que intentarán llevar a cabo estas dos peligrosos grupos criminales como refugio de garrapatas ante la llegada de los tiempos de la desinfección general (lo que se suele llamar, el gran pacto de estado entre ambos partidos idénticos). Ambos, sin embargo, tienen las horas contadas, pues en vez de acercarse a un pueblo cada vez más distante y consciente de quienes son realmente la gentuza que forma parte de ambas organizaciones, han optado por separarse todavía más. Su suerte, al menos la electoral, está echada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
GRACIAS POR TU OPINION-THANKS FOR YOUR OPINION