Siempre hemos pensado que estábamos situados en lo más alto de la cadena
alimenticia, que éramos la especie superior en este planeta y con esos
aires de grandeza nos hemos movido por el mundo durante gran parte de la
historia. Hemos mirado con desprecio y superioridad al resto de
especies que habita la naturaleza, pasando por nuestros fogones a casi
la totalidad de las mismas, pero ay de nosotros cuando nos percatemos
que no solo no estamos en lo mas alto de dicha pirámide, si no que
seguramente, tendremos que bajar un par de peldaños.
Todos los dioses que han tenido los distintos pueblos a lo largo de la historia, han exigido como parte indispensable de su adoración e intercambio de conocimientos, un ritual de carne y sangre, acompañado de ceremonias en las que las carnicerías y las mas horrendas torturas se llevaban a cabo sobre animales, niños (primogénitos en muchos casos) mujeres (por lo general vírgenes) y hombres (guerreros, iniciados o cualquier tipo de elegido a su gusto) en los que un sacerdote elegido por estas entidades, aplicaba los mandatos “divinos” para goce y satisfacción de estos.
Grabado azteca que representa un sacrificio humano |
Nuestro cuerpo desprende energías sutiles que sirven de sustrato a otras
entidades.
Existen tres grupos básicos, los que se alimentan de nuestra carne y
nuestra sangre, los que se alimentan de nuestra energía y los que lo
hacen refinando nuestra energía de formas más complejas, pero no por
ello mejores.
La mayoría de estas entidades son regresivas, esto quiere decir que disfrutan de la energía en su estado mas negativo, son primarias en esencia y sus conciencias no evolucionan, por lo general, hacia estados de conocimiento del otro (empatía), no son humanos, su origen es reptil y anfibio.
La mayoría de estas entidades son regresivas, esto quiere decir que disfrutan de la energía en su estado mas negativo, son primarias en esencia y sus conciencias no evolucionan, por lo general, hacia estados de conocimiento del otro (empatía), no son humanos, su origen es reptil y anfibio.
Seguramente llegados a este punto, seas o bien de los que
niegas o bien de los que matizarías aun mas.
Estos reptiles toman nuestra carne, nuestra sangre y nuestras grasas, como alimento esencial, pero no se limitan a consumirnos como nosotros pudiéramos hacer con una vaca, es necesario que esta carne sea macerada de una forma especial, ellos aplicaran mediante tortura y las formas mas horrendas de aplicar dolor al sacrificado hasta llevarlo al limite, dejarlo en un éxtasis de dolor consciente, procuraran llevarlo al paroxismo, al dolor máximo sin que este pierda el conocimiento ya que es ingrediente indispensable, las glándulas cerebrales se encargara de inundar el torrente sanguíneo de un cóctel de endorfinas y adrenalina que harán las delicias de estos predadores. Debemos asumir que estos reptiles tienen altas cotas de poder sobre el pueblo, debido a su supuesta divinidad y al hecho de mantenerse completamente ocultos a nuestros ojos. Ellos requieren que se les sirvan su alimento como a ellos les gusta que les sea “cocinado” y cuesta poco imaginarse a estos reptiles devorando nuestra carne y bebiendo nuestra sangre.
Estos reptiles toman nuestra carne, nuestra sangre y nuestras grasas, como alimento esencial, pero no se limitan a consumirnos como nosotros pudiéramos hacer con una vaca, es necesario que esta carne sea macerada de una forma especial, ellos aplicaran mediante tortura y las formas mas horrendas de aplicar dolor al sacrificado hasta llevarlo al limite, dejarlo en un éxtasis de dolor consciente, procuraran llevarlo al paroxismo, al dolor máximo sin que este pierda el conocimiento ya que es ingrediente indispensable, las glándulas cerebrales se encargara de inundar el torrente sanguíneo de un cóctel de endorfinas y adrenalina que harán las delicias de estos predadores. Debemos asumir que estos reptiles tienen altas cotas de poder sobre el pueblo, debido a su supuesta divinidad y al hecho de mantenerse completamente ocultos a nuestros ojos. Ellos requieren que se les sirvan su alimento como a ellos les gusta que les sea “cocinado” y cuesta poco imaginarse a estos reptiles devorando nuestra carne y bebiendo nuestra sangre.
El recuerdo de la voracidad de los dioses-reptiles está más presente en nuestro mundo de lo que uno podria creer. |
Cientos de miles de niños y adolescentes acaban literalmente en
el menú de estos seres, con el beneplácito de todos los organismo
político-religiosos y el total desconocimiento de la mayor parte de las
fuerzas de seguridad.
Que pasa cuando estos reptiles no son de nuestra densidad. Los entes de cuarta densidad anclados en la negatividad, que no precisan de alimento físico y extraen la energía que precisan a través de otros recursos. En las densidades superiores a la nuestra, la forma de alimentarse es completamente distinta, las entidades de carácter positivo extraen su sustento del prana, en el caso negativo requieren de otros estímulos para satisfacer sus necesidades energéticas, llamarlo alimento no seria del todo exacto, pero este concepto servirá para asimilarlo mejor. Al no ser su fuente principal de energía, el logos solar, requieren una gran cantidad de recursos y por supuesto, una casi constante búsqueda de alimento.
Estas entidades reptiles que viven en el llamado, bajo astral, lejos de nuestro normal rango visual y sensorial. Tienen una especie de apetito que se satisface mediante la parasitación y la absorción de energías que nosotros como entes espirituales emanamos de algún modo. Los humanos como seres puramente emocionales no solo podemos mostrar amor, empatía o compasión, sentimientos que emiten una energía que puede ser percibida por los que tenemos alrededor nuestro, pero si por el contrario sentimos miedo, ira, tristeza u odio, esto también será percibido por nuestro entorno, ya que estas energías emitidas a través del canal emocional son altamente poderosas, fácilmente sugestionables y para estos entes nutritivas.
Para poneros un ejemplo palpable, es muy común el haber
conocido a alguien, un amigo, conocido o familiar, que al estar un
tiempo con él o ella, sentimos un cansancio fuera de lo normal, es como
si nos hubieran robado nuestra energía, nuestra esencia vital. Los
vampiros energéticos son muy comunes sobre todo en entornos laborales de
alto estrés, es muy común que algunos de los integrantes de ese entorno
laboral absorban consciente o inconscientemente la energía de aquellos
que le rodean, especialmente de individuos anímicamente más vulnerables,
los estados anímicos bajos o depresivos son ideales para que
literalmente te dejen seco.
Puedes estar siendo parasitado y no tener conocimiento de ello. Cuando estos demonios son invocados en esos rituales y en el sacrificio ceremonial, la practica de la tortura solo sirve en un primer momento para atraer y posteriormente alimentar con esa mezcla de miedo y dolor a estas entidades y después alimentar con la carne y la sangre al resto (ritual imitado en las misas cristianas), estos seres energéticos de baja vibración no necesitan necesariamente estas invocaciones ritualisticas para alimentarse, estas solo se producen cuando la cabala lo ordena, que no es otra cosa que una conjunción astrológica y numérica, que hacen de esta invocación y posterior sacrificio, un elemento supuestamente muy poderoso. La forma común es que el propio sistema, según esta diseñado, nutra a estas entidades de energía suficiente para mantenerlos contentos.
Puedes estar siendo parasitado y no tener conocimiento de ello. Cuando estos demonios son invocados en esos rituales y en el sacrificio ceremonial, la practica de la tortura solo sirve en un primer momento para atraer y posteriormente alimentar con esa mezcla de miedo y dolor a estas entidades y después alimentar con la carne y la sangre al resto (ritual imitado en las misas cristianas), estos seres energéticos de baja vibración no necesitan necesariamente estas invocaciones ritualisticas para alimentarse, estas solo se producen cuando la cabala lo ordena, que no es otra cosa que una conjunción astrológica y numérica, que hacen de esta invocación y posterior sacrificio, un elemento supuestamente muy poderoso. La forma común es que el propio sistema, según esta diseñado, nutra a estas entidades de energía suficiente para mantenerlos contentos.
Nuestra sociedad según esta construida (o mas bien como la construyeron) fue diseñada para, no solo mantenernos controlados y sumisos, si no para estar constantemente emitiendo energías de baja vibración, para servir de alimento a estas entidades.
Solo hay que echar un vistazo
detenidamente a nuestro sistema, en el que la competitividad, la culpa,
el miedo, la depresión, el amor posesivo y el vacío moral, campan a sus
anchas en un perfecto caldo de cultivo para estar emitiendo este tipo de
energía, ellos se alimentan de forma parasitaria del odio, el miedo, la
ira, la culpa, el rencor y un largo etcétera de sentimientos negativos,
que hacen que propiciemos una emanación energética tal que seamos un
autentico manjar para ellos y nuestro planeta sea un autentico y
gigantesco buffet libre.
(Fuente: La cosecha de almas)
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