Conflictos mundiales * Blog La cordura emprende la batalla


sábado, 15 de agosto de 2015

El "arte" de la barbarie

 

El "arte" de la barbarie

Es delito abandonar o maltratar, por ejemplo, a un perro lo cual nos parece perfecto; sin embargo es un "arte" infringir terribles heridas a una res hasta que muera entre atroces dolores.¿Qué clase de salvajes disfrutan con semejante monstruosidad? Un pueblo envilecido, barbarizado, jamás podrá ser libre. 


Una mujer ha saltado este jueves al ruedo en La Malagueta durante la novillada sin caballos. El suceso se ha producido a la muerte del primer novillo (Lea la crónica de la corrida).

La activista antitaurina desplegó un folio reivindicativo y se montó en el novillo hasta que fue reducida por varias personas que estaban en el callejón y se la llevaron entre los gritos de 'fuera, fuera'.

La activista ha sido reducida por varias personas que estaban en el callejónLa activista ha sido reducida por varias personas que estaban en el callejón

Como en los días anteriores, con miles de personas en la plaza, no hubo ningún agente policial.

diariosur.es

 
 
Gracias a todos por vuestras palabras
 

A pesar de los insultos, escupitajos y patadas que me daban detrás de la barrera mientras alzaban las manos como que no me estaban tocando, deciros que me encuentro perfectamente... 
 
 

Fui con la idea de grabar a todos esos aprendices de matadores realizar su carnicería, pero al clavarle la espada lo escuché gemir de dolor y vi en en la mirada del animal como se sentía solo y preguntándose ¿por qué? lo que me hizo saltar a abrazarlo y que sintiera que sí le importaba a alguien entre todos esos aplausos mientras empezaba ahogarse. Pude abrazarlo antes de ser apuntillado, vi sus ojos mirando el horizonte de la arena y cómo su pecho aún intentaba tomar aire.
 

Nunca entenderé quién puede disfrutar de esto (...) decorado con una gran lona en la plaza en la que se podía leer bien grande "Patrocinado por la Diputación de Malaga". Son todos unos cobardes, incluidos los de las gradas que me sorprendió ver la cara de energúmenos chillándome, escupiendo etc. con las caras desencajadas, nunca vi tanto odio en la gente. 
 

Pero fuera de agachar la cabeza salí con ella bien alta y dedicándoles una sonrisa a todos. Solo me importa que le dí su ultima caricia (...). Al no haber seguridad ni pública ni privada fui retenida dentro de la plaza entre dos puertas cerradas mientras varios hombres tenían que sujetar a otro que había organizado la corrida que quería lincharme, el valiente.
 
 








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