El 15 de octubre de 2016 a las cinco de
la madrugada dos jóvenes agentes de la guardia civil (de paisano),
teniente y sargento respectivamente, entran junto con sus parejas en un
bar de ambiente político izquierdista y se produce una pelea. Como
resultado uno de los agentes es hospitalizado con rotura de tobillo, y
el resto es atendido por lesiones de menor gravedad.
A partir de aquí las versiones son
contrapuestas. Hay quien asegura que los agentes, que estaban destinados
desde hacía poco más de un año en la comandancia de la localidad, pero
que ya se habían hecho notar entre la población con sus actuaciones,
iban a esas horas ‘pasados de vueltas’ y provocaron la situación.
Hay quien sostiene que no hacían falta alforjas para ese viaje, y que con su sola presencia, en fiestas y a esas horas, el desenlace estaba escrito. En cualquier caso, ahí está el resultado y las leyes están para algo.
Hay quien sostiene que no hacían falta alforjas para ese viaje, y que con su sola presencia, en fiestas y a esas horas, el desenlace estaba escrito. En cualquier caso, ahí está el resultado y las leyes están para algo.
Pero la Ley no puede convertir un delito
de lesiones, incluso si se quiere con agravante de odio (pero teniendo
en cuenta el contexto), en un delito de terrorismo trufado de
irregularidades manifiestas. Y tampoco el Estado español debe convertir
la Fiscalía en un espantajo que acaba pidiendo 50 años de prisión para
cada uno de los acusados.
No solo es absolutamente desproporcionado, sino también inmoral y aberrante, y es el mejor ejemplo de que esta democracia es una pantomima. También es dar motivos de peso a quienes no quieren pertenecer a esta España que es la misma España negra de siempre.
Al respecto vale la pena escuchar al más que moderado alcalde de Alsasua, Javier OlloNo solo es absolutamente desproporcionado, sino también inmoral y aberrante, y es el mejor ejemplo de que esta democracia es una pantomima. También es dar motivos de peso a quienes no quieren pertenecer a esta España que es la misma España negra de siempre.
La farsa de Alsasua. Una riña de taberna que España convierte en un atentado terrorista.
Varios jóvenes del pueblo navarro de Alsasua son detenidos y enviados a la Audiencia Nacional española acusados de un "acto de terrorismo" al supuestamente agredir a dos guardias civiles de paisano en la taberna Koxka.*
Pero nadie puede ni debe perder de vista
un escenario que se quiere desvincular de lo sucedido, y que no puede
ser separado de lo que es un todo. Un todo en el que los culpables no
suelen coincidir con quienes acaban encarcelados.
Y es que es muy fácil hablar de Euskal
Herria para los que no hemos vivido nunca allí, o para los que habiendo
vivido allí nunca han tenido intención de integrarse ni la tentación de
abandonar los prejuicios inculcados por la ‘información’ que han
difundido los medios españoles durante los últimos 80 años.
También
estaría bien saber qué percepción de la realidad tendría toda esa masa
desinformada y condicionada si hubiera tenido que vivir la realidad que
tuvieron que soportar los vascos, y que aún hoy perdura en parte.
Quizá leer el siguiente artículo de
1978, como un simple ejemplo de lo que seguiría ocurriendo años después,
pueda ayudar a comprender por qué todavía no se tiene demasiado aprecio
por las FCSE españolas en la CAV y Navarra, y por qué ciertas
conductas, por más derecho legal que asista a cualquiera, pueden ser
consideradas una provocación incluso sin que medie voluntad expresa.
Y
eso es algo que no podían desconocer los dos agentes agredidos.
http://iniciativadebate.net/…/no-es-tan-dificil-entender-l…/
No hay comentarios:
Publicar un comentario
GRACIAS POR TU OPINION-THANKS FOR YOUR OPINION