Transcurridos cinco días de feria taurina la venta de entradas presenta un panorama desolador para las arcas públicas. Tres jornadas más de la mitad de la plaza ha estado vacía.
Otro día apenas llenaron el 55% del aforo. Y el día que se supone que era el más potente de la semana los asientos vacíos alcanzaban casi un tercio de la capacidad total.
Los datos cantan y en Bilbao, por mucho que algunos mientan, no hay afición taurina. Lo que sí que hay es un despilfarro de dinero público para sufragar los caprichos de unos pocos señoritos.
Todo apunta a que por cuarto año consecutivo la Plaza acabará con pérdidas, que, al ser pública, las pagaremos a escote.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
GRACIAS POR TU OPINION-THANKS FOR YOUR OPINION