Miles de personas se concentraron ayer en Bilbao, como en otras muchas
ciudades de todo el Estado, conta la sentencia a 'La Manada'. Foto:Juan
Lazkano
Miles de personas, sobre todo mujeres, salen a las calles de todas las
ciudades del Estado para condenar la sentencia a ‘La Manada’, denunciar
un “sistema de justicia patriarcal” y mostrar su apoyo a la víctima
INDIGNACIÓN, impotencia, vergüenza y alguna que otra lágrima. Miles de personas salieron ayer a las calles para convertir la rabia en lucha y gritar al unísono: “No estás sola, aquí está tu manada”.
Hombres y mujeres de todas las edades, pero sobre todo mujeres jóvenes, se manifestaron a lo largo de toda la geografía vasca contra la sentencia de la Audiencia de Navarra, que ayer condenó a los cinco sevillanos de La Manada a nueve años de cárcel por un delito de abuso y no de violación al apreciar que no hubo violencia ni intimidación.
“No es abuso, es violación”, contestaron las 10.000 personas congregadas en la capital vizcaina, según fuentes municipales. Los lemas fueron los mismos en Bilbao, Donostia, Gasteiz e Iruñea: “Yo sí te creo”, “Si tocan a una, nos tocan a todas”, “No es un caso aislado, se llama patriarcado”, “Erasorik ez erantzunik gabe”.
Las manifestantes acompañaron sus lemas con silbatos, caceroladas y gritos, muchos gritos, que también resonaron en todas las ciudades en el resto de las ciudades del Estado.
En Bilbao, la concentración tuvo lugar frente al Palacio de Justicia y obligó a cortar al tráfico varias calles del centro de la cuidad. Para Elo, presente en la concentración, el de ayer era “un día muy triste” porque “esta sentencia legaliza la violación”.
Para Lander, “las leyes están hechas por hombres y para hombres”, mientras que Leire señaló que “esta sentencia demuestra que no les importamos nada”. “La lucha está en la calle, manifestar la indignación a través de las redes sociales está muy bien, pero es aquí donde lograremos cambiar las cosas”, apuntó la joven, mientras varios miles de personas gritaban a su alrededor: “Esta marea no hay quien la pare”.
Representantes políticos e institucionales se sumaron a la concentración, entre ellos, el presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar;la secretaria general del PSE, Idoia Mendia;el secretario general de Elkarrekin Podemos, Lander Martínez, o el concejal delegado del Área de Movilidad y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Bilbao, Alfonso Gil. Portavoces del Movimiento Feminista mostraron la “vergüenza e indignación” ante esta decisión judicial, que “descalifica totalmente la verdad de las mujeres que nos vemos expuestas a este tipo de situaciones”.
“Lo que también nos preocupa de esta sentencia es que el sistema de justicia está compuesto por un conjunto de órganos y autoridades que reflejan los valores patriarcales de esta sociedad, y que deslegitiman cada uno de los procesos a los que nos vemos sometidos en estas situaciones”, añadieron las portavoces presentes en la concentración.
Asimismo, denunciaron que esta resolución judicial “manda un mensaje de impunidad a la sociedad y de tolerancia a una cultura de violación”, y advirtieron de que el movimiento feminista seguirá en las calles, como el 8 de marzo y seguirá reivindicando una vida “libre de violencia”.
Rabia y solidaridad, dos sentimiento poderosos que
empujaron a miles de personas a salir espontáneamente a la calle y que
no tenían ninguna gana de irse a casa.
Así, tras una hora de cánticos y
lemas, las manifestantes se dirigieron hacia el Ayuntamiento. “No
ponemos en duda que fue violación y que utilizaron la violencia y la
intimidación”, aseguró en las escalinatas del Consistorio bilbaino
Izarne Castillo, quien denunció “este sistema judicial machista y
misógino”.
Al grito de “gora borroka feminista, gora emakumeon bizitza”,
concluyó la concentración.
“Esta sentencia es violencia”Alrededor de dos millares de personas se concentraron en Donostia, entre las que se encontraba la directora de Igualdad de la Diputación de Gipuzkoa, Miren Elgarresta;el diputado de Cultura y Turismo de Gipuzkoa, Denis Itxaso (PSE);la juntera socialista Susana García Chueca, la diputada de EH Bildu Marian Beitialarrangoitia, y la concejala de esta formación Amaia Almirall, quien, junto con los concejales de Irabazi abandonó ayer el pleno del consistorio en protesta por la sentencia.
Asimismo, en Gasteiz fueron unas 1.500 las participantes en la protesta, realizada en la plaza de la Virgen Blanca, donde mostraron pancartas con la frase “Nosotras te creemos” y “esta sentencia es violencia”.
En Iruñea, la plaza Consistorial, uno de los escenarios que en los Sanfermines 2016 evidenció el rechazo a las agresiones sexistas, se volvió a llenar ayer tarde para reflejar el malestar por la sentencia que condena a los miembros deLa Manadapor abusos sexuales y no por violación.
El 7 de julio de 2016, horas después de conocerse que una joven había denunciado una violación en grupo durante la madrugada, la ciudadanía hizo un alto en las fiestas de San Fermín y protagonizó una de las manifestaciones más multitudinarias que se recuerdan.
Ayer, tras conocerse el polémico fallo, la sociedad navarra volvió a movilizarse, por la mañana en la Audiencia Provincial, durante la lectura del fallo, y por la tarde en la plaza Consistorial.
El acto contó con representación de las principales instituciones de Nafarroa, encabezadas por la consejera de Relaciones Institucionales del Gobierno, Ana Ollo;la presidenta del Parlamento, Ainhoa Aznárez, y el alcalde de Iruñea, Joseba Asiron.
Por todo el Estado
Las manifestaciones se sucedieron por todo el Estado. A la izquierda, la concentración de Bilbao, que reunió a 10.000 personas, entre ellas el presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, y la secretaria del Euzkadi Buru Batzar, Mireia Zarate.
Arriba, la protesta de Iruñea, ciudad que
ayer acogió dos concentraciones, una por la mañana tras la lectura de la
sentencia y otra por la tarde. También en Madrid, Barcelona y Sevilla,
lugar de procedencia de los acusados, se concentraron miles de personas
en protesta por una sentencia que ha causado indignación y rabia a
muchos ciudadanos.
“Si nos tocan a una nos tocan a todas”, gritaron las
asistentes, hartas de la violencia sexual que sufren cada día.
Un reportaje de Marta Martínez
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