A pesar de que no habrá unanimidad en el tribunal, se augura un fallo
ejemplarizante en uno de los casos más mediáticos de violación en grupo
A poco menos de una hora de conocerse el fallo del tribunal que juzga el caso de la manada, se espera una condena ejemplarizante, aunque sin unanimidad en el tribunal.
El hecho de que sea uno de los casos más mediáticos de violación en grupo, podrá también endurecer la condena en primera instancia para estos cinco jóvenes.
Quien es quien en La Manada, los acusados de la violación en la fiesta de San Fermín.
El juicio a La Manada por la presunta violación en grupo a una chica en los Sanfermines de 2016 se convirtió en uno de los casos más mediáticos de este país. Primero por que cambió la mentalidad de los españoles con respecto a la tolerancia de los abusos sexuales a mujeres en las fiestas.
En segundo lugar por que las mujeres salieron a la calle para reivindicar sus derechos, está vez de forma tan masiva, que nada sería igual a partir de entonces.
Ahora los ayuntamientos de toda España, promueven campañas del “NO ES NO” y animan a denunciar cualquier tipo de abusos en los festivales, festejos populares o cualquier tipo de aglomeraciones. Se impone la tolerancia cero contra la violencia hacia las mujeres.
Miles de mujeres rechazaron que se cuestionara a la víctima de los Sanfermines en las calles de toda España. Las concentraciones acabaron convirtiéndose en una marcha emotiva, reivindicativa y que marcó un antes y un después en este tipo de juicios.
Los hechos
A las 2.50 h. La joven C. se sienta en un banco donde estaba José Á. Prenda. Tras iniciar una conversación se acercan Ángel Boza y luego los otros tres acusados.
Poco antes de las 3.00 h, la mujer les dice que se marcha a dormir al vehículo en el que había ido a Pamplona desde Madrid junto a un amigo y los acusados se ofrecen a acompañarla.
Caminan hasta los porches de la plaza. Preguntan en el Hotel Europa
si tiene una habitación, por horas o para toda la noche, “para follar”.
Prenda se adelanta al grupo y entra en el portal antes de que una señora cierre la puerta. Sube al segundo piso, baja y abre la puerta. Entonces, dos de ellos, según la fiscal, agarran a C. por los brazos y la meten dentro.
Pasadas las tres de la madrugada, suben al segundo rellano, donde todos abusan sexualmente de la mujer.
Antes de salir, los acusados se apoderan de su móvil y tiran la funda y las tarjetas SIM y de memoria.
La joven sale del portal y se dirige a un banco donde se sienta en posición fetal y llorando.
A las 8 de la mañana cuatro de los acusados son identificados en el callejón de la plaza tras correr el encierro. Después del encierro toman el autobús hasta donde habían aparcado su coche, en San Jorge.
Y allí
son detenidos.
Concluye la fiscal sobre La Manada: “Ellos sí sabían a lo que iban y lo tenían claro”.
El líder de la manada
José Ángel Prenda: Sin oficio conocido, es miembro de la peña ultra del Sevilla C. F, Biris Norte. Ya tenía antecedentes. Conocido en su entorno como Joselito el Gordo, en enero de 2017, cuando llevaba seis meses encarcelado en Pamplona, sus colegas le rindieron homenaje desplegando en el estadio del Sevilla una pancarta.
Alfonso Jesús Cabezuelo, es el mayor de La Manada y trabajaba como soldado en la Unidad Militar de Emergencias (UME) de Morón de la Frontera (Sevilla). Tiene tatuado en el pie las fauces de un lobo y el lema del grupo: “El poder del lobo reside en La Manada“.
También forma parte de los Biris y tiene tres antecedentes por lesiones, riña tumultuaria y desorden público. Reconoció que grabó con sus móviles imágenes de lo sucedido en el interior del portal de Paulino Caballero, pero que las borró para que no las viera su novia.
Tras su detención, fue trasladado a la prisión
militar de Alcalá Meco.
El menor: Ángel Boza es el menor de los cinco y el novato en el grupo de amigos sevillanos, Según ha trascendido, ha estado estudiando en prisión para obtener los estudios básicos que nunca terminó. Amigo sobre todo de El Prenda, el viaje a Pamplona suponía su iniciación con el resto de La Manada.
Tiene antecedentes, en su caso por robo con fuerza, por conducir bajo
los efectos del alcohol y las drogas y por negarse a someterse a los
test.
Jesús Escudero, trabajaba como peluquero en Sevilla y ha seguido ejerciendo la profesión en la cárcel de Pamplona, ya que pidió la peluquería como destino.
Como el resto, proviene de la popular barriada sevillana de Amate, pero, a diferencia de otros miembros de La Manada, no tiene antecedentes.
La huella de un lobo que lleva tatuada en uno de los costados y el reloj que usaba aquel día -con una esfera enorme- fue fundamental para que la Policía Foral de Navarra los identificara.
De su móvil se extrajo uno de los seis vídeos, con una duración total de 96 segundos, que se conservan sobre lo sucedido en el portal número 5 de la calle Paulino Caballero.
El último miembro de la manada es: A.M.G: un auto del tribunal ha prohibido la publicación durante el juicio de su identidad y datos personales por petición expresa de este miembro de La Manada. De su móvil se salieron cinco de los seis vídeos grabados.
Agustín Millán
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