El sobrino de Felipe VI está indignado con el acercamiento del Gobierno al separatismo.
Se manifestó, bandera en mano, en Colón
Riadas de personas ondeando banderas de España y carteles de "golpistas a prisión" recorren la calle Velázquez rumbo a Colón donde el PP, Ciudadanos y Vox han convocado la manifestación para forzar elecciones ante los coqueteos del presidente, Pedro Sánchez , con el independentismo.
En la puerta de The College for International Studies (CIS) hay varios estudiantes con estética highschoolera que esperan a un último integrante de la pandilla. Con bómber verde y jeans rotos aparece Froilán, el sobrino del Rey Felipe VI, que ha querido exteriorizar su compromiso con la unidad de España y su rechazo al acercamiento del Gobierno al separatismo. Sin complejos.
El
grupo se dirige a la plaza de Colón y Felipe de Marichalar trata de
pasar desapercibido.
Es imposible. Sus rasgos son inconfundibles. Los
cazadores de selfies le abordan. Él accede.
Ya no es el niño que ponía mala cara cuando se acercaban personas o paparrazi a robarle una foto.
Ha madurado para consuelo de sus padres, su abuelo el Rey emérito y los monarcas Felipe VI y Letizia que han puesto empeño en enderezar al joven para que no fuese una razón para atacar a la Casa Real.
Froilán pidió permiso tanto a sus padres como a La Zarzuela para ir a la manifestación porque no era un acto cualquiera. No era ir a una discoteca o pasar horas enganchado a una de sus grandes pasiones, el videojuego Fortnite que ha descentrado a estrellas como el blaugrana Dembelé.
Al no haber sido una protesta organizada por sólo un partido, no le pusieron problemas.
Es más, lo consideraron un gesto valiente del chaval en esa lucha de la nueva Casa Real
por exhibir su defensa a ultranza de España, de sus símbolos y de su
cultura.
Y ahí Froilán es un activo porque desde pequeño e inculcado por Juan Carlos I ha mostrado su apoyo a las tradiciones más patrias como los toros o el flamenco, una de las pasiones que más está cultivando en las últimas fechas donde se le ha podido ver en La tardecita, una fiesta que arranca cada sábado a las siete de la tarde en la madrileña sala de El Callejón de Serrano.
Allí se concentran, entre
bulerías, shishas y rebujitos, los cachorros de la jet set.
Llegada
a Colón, la pandilla de Froilán empieza a corear algunos de los
cánticos que más sonaron en el corazón de Madrid. Desde "Sánchez vete
ya" hasta "Puigdemont a prisión". El grupo disfruta con la música de El Pulpo.
Froilán, en esta ocasión, no tiene que subir a la cabina como ha hecho en el Starlite para exigirle al pinchadiscos que ponga el himno de España porque el DJ no para de pincharlo.
El hijo de la Infanta Elena también le ha inculcado a su hermana, Victoria Federica, el amor por España. "Felipe quiso visibilizar su apoyo a la unidad de España", comenta uno de los amigos que le acompañó en Colón.
Froilán también se encontró con amigos discotequeros que han ido de empalmada y a las chicas que causan furor en los ambientes pijos de Madrid. En los reservados de Kapital o Panda.
Porque defender hoy la unidad de España para cada vez más jóvenes no es un gesto rancio que podía costar la reprobación del resto de compañeros. Es un gesto que está de moda entre los jóvenes.
Al término del acto, los chavales no se fueron de cañas. La noche anterior había sido dura y tocaba comer en familia, una siesta y poblar Instagram con sus fotos patrióticas.
En la cuadrilla de Froilán hablan de política. Las preferencias de sus amigos son en este orden, Vox, PP y Ciudadanos.
A Froilán le hacen gracia los montajes épicos de Santiago Abascal que se viralizan por Whatsapp, aunque él es cauto a la hora de decantarse por un partido.
Otros amigos suyos no tienen problema en declararse fans de "Abascal o de Pablo Casado". "Lo que no hay son podemitas entre nuestros amigos y nos reímos mucho del tema del casoplón de Pablo Iglesias", reconoce un íntimo de Froilán.
Algunos de ellos estarán en el mitin que ha organizado Vox el 1 de marzo en la disco Teatro Barceló, la preferida de Froilán porque es amigo de los hijos de Pedro Trapote.
El nieto del Rey emérito Sí se ha reído con la noticia de
que el pequeño Nicolás se presentará a las europeas con Influencia Joven.
Los chicos que estuvieron con él en Colón eran todos compañeros de Felipe en el CIS, donde cursa segundo de Business y está cosechando buenos resultados académicos. "Está muy centrado", dice un amigo.
Froilán se jacta de las informaciones que le sitúan en EEUU. "Como ya sale menos y se mueve por otros sitios piensan que se ha ido fuera a estudiar", comentan desde su círculo más cercano.
Felipe tendrá que decidir en unas semanas si el próximo curso sigue en Madrid o se marcha al campus de su universidad en Boston o a alguno de los reputados centros con los que el CIS tiene convenio.
Ahí están, entre otros, Florida International University, UCLA, New York University, Duke, Yale o Babson College.
A día de hoy no hay ningún amor que le ate a Madrid porque sigue soltero y "con ganas de estar tranquilo en temas sentimentales", según su entorno. Sus últimas relaciones fueron convulsas.
Lo que le ata a la capital son su familia, sus amigos y la noche.
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