El Gobierno demanda por compra «fraudulenta» a los Franco para que devuelvan el pazo de Meirás

El Gobierno ha presentado una demanda en los juzgados de A Coruña para reclamar a la familia Franco que devuelva el pazo de Meirás fundamentando su escrito en un acta notarial de 1938, según informa el diario El País.

Según el Ejecutivo, esta acta, firmada ante notario en el despacho del gobernador civil del momento, confirma que un contrato de venta a Franco tres años después fue “fraudulento” porque ya era residencia de la Jefatura del Estado.

El documento hallado demuestra que la propiedad ya había sido comprada el 3 de agosto de 1938 por la Junta pro Pazo por 406.346 pesetas a los herederos de la escritora Emilia Pardo Bazán, dueña entonces del inmueble.


 El dinero se habría entregado con una cuestación popular que fracasó y se convirtió en forzosa y tres años más tarde, el 24 de mayo de 1941, se vendió el pazo a Franco a través de un contrato de compraventa fraudlento entre el dictador y la viuda del hijo de la escritora, quien ya no era propietario del pazo.

El escrito del 41 sirvió para crear «artificiosamente la apariencia de que Francisco Franco adquiría ese mismo inmueble por un precio de 85.000 pesetas». 

“Es evidente que nos encontramos ante un negocio sin causa (negocio simulado), dado que el inmueble objeto de este contrato de compraventa había sido ya vendido años antes” y “entregado al Jefe del Estado” en un acto oficial en diciembre del 38, defiende la demanda construida por la Abogacía del Estado para el Gobierno.

El Gobierno recuerda que incluso después de morir Franco, Meirás siguió varios años bajo la vigilancia de la Guardia Civil, sin que hubiese uso por parte de la familia a título particular, hasta que a finales de los noventa se ejecutaron obras de restauración.


Desde 2008, al ser declarado el pazo Bien de Interés Cultural, la familia se mostró reticente repetidas veces a abrirlo al público. El Gobierno gallego acabó sancionando a los herederos por no cumplir el régimen de visitas y la hija del dictador encomendó su gestión a la polémica Fundación Franco.



 Xan Pereira Castro