Aurora Picornell
“Podéis matar a hombres, a mujeres, a niños como el mío que
todavía no han nacido. ¿Pero, y las ideas? ¿Con qué balas mataréis las
ideas?”. El imaginario colectivo atribuye esta frase a la
activista Aurora Picornell, asesinada por el franquismo en la noche de
reyes de 1937. Antes de abandonar la cárcel con las tropas del régimen,
dicen que la joven se despidió de sus compañeras de celda, llevando con
ella una bobina de hilo que prometió hacerles llegar si sobrevivía.
Después de ser torturada, fue fusilada y enterrada en una fosa común. La
bobina nunca regresó.
Picornell se ha convertido en un icono de la memoria histórica y del republicanismo, tanto que popularmente se le conoce como la Pasionaria de Mallorca. El auge de la figura de Picornell ha culminado con la instalación de un busto en su memoria en el barrio palmesano del que era vecina: El Molinar. Al acto, impulsado por el Ayuntamiento de Palma y el Consell de Mallorca en el marco de la iniciativa “Mallorca té nom de dona”, asistió la sobrina de Picornell, Catalina, cuyo padre también fue asesinado por el régimen.
Picornell fue un “personaje absolutamente rompedor”, una persona que consiguió desmontar “el rol tradicional de las mujeres” a principios del siglo XX, como comenta el historiador David Ginard Féron. Autor de Aurora Picornell: feminismo, comunismo y memoria republicana en el siglo XX (2018) y de Aurora Picornell: de la historia al símbolo (2017), Ginard es uno de los expertos más reconocidos en este ámbito. “Picornell es el icono perfecto: tiene un nombre emblemático, es mujer y, además, activista. Hasta hay camisetas de ella”, comenta.
Biografía
Nacida en 1912, Picornell destacó desde muy joven en una sociedad
cerrada, católica y tradicional como la mallorquina. Ginard comenta que
Picornell se movió en dos ámbitos novedosos para la mujer de la época:
el laicismo –en 1930 pasó a formar parte de la Liga Laica de Mallorca– y
el feminismo –en 1928 hizo el prólogo del libro La mujer, ¿es superior
al hombre?, de la escritora Margarita Leclerc. Picornell dio importantes
pasos en el feminismo de los años 30 y fue la primera en impulsar
actividades por el día de la mujer en Baleares en 1934.
Tras la instauración de la Segunda República, Picornell se incorporó en el Partido Comunista de España y se convirtió en “la figura más importante del partido en la isla, a pesar de ser solo una militante”, afirma Ginard. Su capacidad de oratoria, unida a su empatía y movilización constante, la llevaron a dar el salto al mundo sindical: como se dedicaba al textil, al igual que gran parte de las mujeres mallorquinas, organizó el Sindicato de Sastrería de Mallorca.
Su personalidad y fama la convirtieron entonces en referencia del movimiento obrero y comunista balear y en objetivo de la Falange de Mallorca. Cuando el 18 de julio se proclama el golpe de Estado, Aurora acudió al Gobernador Civil del gobierno republicano, Antonio Espina, a pedir armas para combatir el fascismo. Antonio Espina le dijo entonces que no era necesario. El general Godet le había prometido esa misma mañana lealtad a la República asegurándole que él ya estaba muy mayor para esas aventuras.
Poco tiempo duró en prisión: en la noche de reyes de 1937, del 5 al 6 de enero, el régimen la mató. Tenía 24 años. “Fueron unas circunstancias particularmente trágicas, la asesinaron junto a cuatro mujeres, una era una madre que estaba con sus dos hijas”, dice Ginard. Las cinco fueron asesinadas mediante la técnica de las “sacas de presos“: con una orden de liberación firmada por el gobernador civil, los agentes sacaban a los prisioneros para “ponerlos en libertad”, aunque en realidad terminaban matándoles a sangre fría.
Picornell y sus cuatro compañeras fueron asesinadas en el cementerio de Porreres. El cuerpo de la sastre fue enterrado en la fosa común del Camposanto y sus restos no han sido localizados. Pero la tragedia en torno a la Pasionaria de Mallorca no terminó tras su asesinato: el franquismo también mató a su padre y a sus dos hermanos. Además, su marido, al acabar la Guerra Civil, intentó organizar la resistencia en el Partido Comunista. Acabó detenido, torturado y asesinado .
Tras la instauración de la Segunda República, Picornell se incorporó en el Partido Comunista de España y se convirtió en “la figura más importante del partido en la isla, a pesar de ser solo una militante”, afirma Ginard. Su capacidad de oratoria, unida a su empatía y movilización constante, la llevaron a dar el salto al mundo sindical: como se dedicaba al textil, al igual que gran parte de las mujeres mallorquinas, organizó el Sindicato de Sastrería de Mallorca.
Su personalidad y fama la convirtieron entonces en referencia del movimiento obrero y comunista balear y en objetivo de la Falange de Mallorca. Cuando el 18 de julio se proclama el golpe de Estado, Aurora acudió al Gobernador Civil del gobierno republicano, Antonio Espina, a pedir armas para combatir el fascismo. Antonio Espina le dijo entonces que no era necesario. El general Godet le había prometido esa misma mañana lealtad a la República asegurándole que él ya estaba muy mayor para esas aventuras.
Poco tiempo duró en prisión: en la noche de reyes de 1937, del 5 al 6 de enero, el régimen la mató. Tenía 24 años. “Fueron unas circunstancias particularmente trágicas, la asesinaron junto a cuatro mujeres, una era una madre que estaba con sus dos hijas”, dice Ginard. Las cinco fueron asesinadas mediante la técnica de las “sacas de presos“: con una orden de liberación firmada por el gobernador civil, los agentes sacaban a los prisioneros para “ponerlos en libertad”, aunque en realidad terminaban matándoles a sangre fría.
Picornell y sus cuatro compañeras fueron asesinadas en el cementerio de Porreres. El cuerpo de la sastre fue enterrado en la fosa común del Camposanto y sus restos no han sido localizados. Pero la tragedia en torno a la Pasionaria de Mallorca no terminó tras su asesinato: el franquismo también mató a su padre y a sus dos hermanos. Además, su marido, al acabar la Guerra Civil, intentó organizar la resistencia en el Partido Comunista. Acabó detenido, torturado y asesinado .
La Pasionaria de Mallorca
Caída en desgracia durante la dictadura, Picornell se ha convertido en
democracia en un icono de la memoria histórica y del republicanismo,
tanto que popularmente se le conoce como la Pasionaria de Mallorca.
Picornell ha vuelto a ser noticia tras la instalación de un busto suyo en el barrio de El Molinar (Palma), gracias a la iniciativa “Mallorca té nom de dona”, del Consell Insular.
La brutal represión estuvo organizada y controlada por los militares golpistas, asociados con falange, guardia civil, iglesia católica, que se implicaron en la represión con una violencia física desmedida. La Falange asumió la eliminación de Republicanos siguiendo las consignas militares. Los verdugos utilizaron sistemas represivos de diferente grado: Sacas, fusilamientos, tortura, mutilaciones, palizas masivas y sistemáticas, trabajos forzados, confiscación de bienes, cautiverio en cárceles o campos de concentración durante prolongados períodos. El aceite de ricino o de motor, las violaciones, como ocurrió con las enfermeras Republicanas de Cruz Roja, se convirtieron en el símbolo del miedo.
En total, solo en la isla de Mallorca la represión acabó con la vida de alrededor de 2.300 republicanos. ‘Creemos que pueden ser incluso más, pero ese el dato que hemos podido verificar’, asegura el historiador. Entre esos 2.300 asesinatos estuvo Aurora Picornell. Al día siguiente de su ejecución, un líder local de Falange paseó el sujetador de Aurora por su barrio. El símbolo de mujer libre y liberada había caído. España ya estaba un poco más cerca de la Edad Media.
Picornell ha vuelto a ser noticia tras la instalación de un busto suyo en el barrio de El Molinar (Palma), gracias a la iniciativa “Mallorca té nom de dona”, del Consell Insular.
La brutal represión estuvo organizada y controlada por los militares golpistas, asociados con falange, guardia civil, iglesia católica, que se implicaron en la represión con una violencia física desmedida. La Falange asumió la eliminación de Republicanos siguiendo las consignas militares. Los verdugos utilizaron sistemas represivos de diferente grado: Sacas, fusilamientos, tortura, mutilaciones, palizas masivas y sistemáticas, trabajos forzados, confiscación de bienes, cautiverio en cárceles o campos de concentración durante prolongados períodos. El aceite de ricino o de motor, las violaciones, como ocurrió con las enfermeras Republicanas de Cruz Roja, se convirtieron en el símbolo del miedo.
En total, solo en la isla de Mallorca la represión acabó con la vida de alrededor de 2.300 republicanos. ‘Creemos que pueden ser incluso más, pero ese el dato que hemos podido verificar’, asegura el historiador. Entre esos 2.300 asesinatos estuvo Aurora Picornell. Al día siguiente de su ejecución, un líder local de Falange paseó el sujetador de Aurora por su barrio. El símbolo de mujer libre y liberada había caído. España ya estaba un poco más cerca de la Edad Media.
Pasa el tiempo y no consiguen olvidarte camarada
a pesar de toneladas de basura que vertieron sobre tu fosa
sigue resurgiendo, como en la primavera las rosas
tras un invierno frío, nunca serás olvidada
Vanguardia de la lucha proletaria
canto de la emancipación
siempre pionera, siempre en guardia
que enarbola la bandera roja de la revolución
Rosa roja que retornas cada primavera
porque sin saber que eras semilla te enterraron
semilla proletaria, semilla revolucionaria
semilla que germina roja rebelión
Semilla de la lucha obrera
de aquellos que combatieron y lucharon
por la victoria de la lucha proletaria
por el ser humano y su liberación
Siempre revolucionaria, siempre comunista
puño en alto te saludo, Aurora, nuevo amanecer
que lleva a tu clase a la emancipación
Siempre en mi recuerdo, camarada y activista
de la vida, batalla que debemos vencer
por el futuro de la humanidad y un mundo mejor
a pesar de toneladas de basura que vertieron sobre tu fosa
sigue resurgiendo, como en la primavera las rosas
tras un invierno frío, nunca serás olvidada
Vanguardia de la lucha proletaria
canto de la emancipación
siempre pionera, siempre en guardia
que enarbola la bandera roja de la revolución
Rosa roja que retornas cada primavera
porque sin saber que eras semilla te enterraron
semilla proletaria, semilla revolucionaria
semilla que germina roja rebelión
Semilla de la lucha obrera
de aquellos que combatieron y lucharon
por la victoria de la lucha proletaria
por el ser humano y su liberación
Siempre revolucionaria, siempre comunista
puño en alto te saludo, Aurora, nuevo amanecer
que lleva a tu clase a la emancipación
Siempre en mi recuerdo, camarada y activista
de la vida, batalla que debemos vencer
por el futuro de la humanidad y un mundo mejor
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