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Ana Mato, ministra de Sanidad, |
El Gobierno solo quería la foto de la rápida repatriación de los sacerdotes infectados por el ébola. Adoptar las medidas necesarias para aislar la enfermedad y que no infectara a los profesionales que les atendieron era secundario. Al menos una enfermera ya tiene el virus, y no se descartan más infectados. La ministra de Sanidad, Ana Mato, no tiene nada que decir, y en la rueda de prensa que ha dado se ha limitado a pedir calma sin contestar a ninguna pregunta de los periodistas.
"El ébola puede salir del hospital Carlos III", advertía el 8 de agosto pasado la secretaria de la Asociación Madrileña de Enfermería (AME), Amelia Batanero. Este lunes se ha confirmado que el virus del ébola ha salido del Carlos III, y una indignada Batanero ha señalado que "se está poniendo en riesgo a toda la población", tras confirmarse el contagio por ébola de una de las enfermeras que atendió a uno de los sacertotes fallecidos por esta enfermedad en España
La repatriación a España de los dos sacerdotes españoles infectados en Liberia y Sierra Leona fue "una improvisación", insiste. "El error fue desmantelar el Carlos III. Era el hospital español de referencia de enfermedades infecciosas y pandemias. Desmantelaron un hospital que tenía una función antes de preparar un sustituto", recuerda.
"Ahora ni siquiera se puede saber cómo se produjo el contagio", explica Batanero. "¿Se contagió en la zona de aislamiento o fuera? ¿Se ha producido un error en la limpieza? ¿Puede haber estado expuesta más gente?".
Ni siquiera han funcionado los protocolos de seguimiento al personal sanitario que atendió a los sacerdotes. El consejero de Sanidad de Madrid, Javier Rodríguez, había asegurado que los médicos, enfermeros y auxiliares que habían tenido contacto con el ébola estaban sometidos a "controles continuos", algo que después se ha demostrado que era falso.
La auxiliar de enfermería infectada presentó síntomas cuatro días después de la muerte del sacerdote Manuel García Viejo. El 30 de septiembre, la sanitaria tenía "sintomatología vaga", como lo ha llamado el director general de Atención Primaria de Madrid, Antonio Alemany. Según éste, "como no llegaba a 38,6 grados que es lo que se aplica como criterio para el ébola", no se tomaron mayores medidas.
Esta mujer estaba de vacaciones desde que falleciera García Viejo hasta el 5 de octubre, fecha en la que fue atendida por los servicios del SUMMA 112. En ese tiempo no estuvo aislada y siguió con su "vida normal", según ha indicado el director.
Las autoridades sanitarias han contado que están "haciendo una lista de los contactos" que esta técnica y su marido han mantenido desde que dejó de trabajar. Aunque no han especificado dónde ha estado el matrimonio durante estos días. Sobre la manera en que contrajo la enfermedad, Sanidad no tiene aún respuestas. "Se está investigando el mecanismo". Han asegurado que no tienen "constancia de que hubiera algún accidente". La auxiliar entró en la habitación donde permanecía García Viejo dos veces: "Una para atenderlo y otra para recoger material" una vez que falleció el misionero.
La infectada de ébola acudió con síntomas a una prueba y la dejaron irse de vacaciones
"No llegaba a 38,6 grados de fiebre", ha dicho el director de Atención Primaria de Madrid
A pesar de haber estado en contacto directo con el misionero infectado y tener malestar no se consideró necesario el aislamiento
La auxiliar entró dos veces en la habitación del paciente: una vez para atenderlo y otra para recoger material tras su muerte
A pesar de haber estado en contacto directo con el misionero infectado y tener malestar no se consideró necesario el aislamiento
La auxiliar entró dos veces en la habitación del paciente: una vez para atenderlo y otra para recoger material tras su muerte
La auxiliar de enfermería infectada de ébola tras
tratar al misionero fallecido Manuel García Viejo presentó síntomas
cuatro días después de la muerte del sacerdote. El 30 de septiembre, la
sanitaria tenía "sintomatología vaga", como lo ha llamado el director
general de Atención Primaria de Madrid, Antonio Alemany. Según éste,
"como no llegaba a 38,6 grados que es lo que se aplica como criterio
para el ébola", no se tomaron mayores medidas.
Esta mujer entró en dos ocasiones en la habitación del hospital Carlos III donde permanecía el sacerdote Manuel García Viejo.. Una para atenderlo y otra para recoger material tras el fallecimiento del misionero el 25 de septiembre. Una vez terminado este servicio, se marchó de vaciones. El 30 de ese mes se le detectaron esos sítomas de fiebre "no muy alta y astenia", en la definición de Alemany. Siguió haciendo su "vida normal" hasta el 5 de octubre, cuando fue atendida por los servicios del SUMMA 112 al encontrarse peor.
Esta mujer entró en dos ocasiones en la habitación del hospital Carlos III donde permanecía el sacerdote Manuel García Viejo.. Una para atenderlo y otra para recoger material tras el fallecimiento del misionero el 25 de septiembre. Una vez terminado este servicio, se marchó de vaciones. El 30 de ese mes se le detectaron esos sítomas de fiebre "no muy alta y astenia", en la definición de Alemany. Siguió haciendo su "vida normal" hasta el 5 de octubre, cuando fue atendida por los servicios del SUMMA 112 al encontrarse peor.
En
ese tiempo no estuvo aislada y siguió con su "vida normal", según ha
indicado el director. El gerente del hospital de La Paz, Rafael
Pérez-Santamaría, ha justificado este proceder argumentando que "existe
un periodo silente durante el cual no hay carga viral suficiente como
para detectarse". En cambio, la misionera Juliana Bonoha, que llegó a
España con pruebas negativas junto al misionero Miguel Pajares, estuvo
21 días aislada en el hospital Carlos III para cubrir la ventana de
incubación de la enfermedad.
El ex director de Salud
Pública del Ministerio de Sanidad, Ildefonso Hernández, contrapone que
"por principio de precaución, aunque los síntomas no fueran muy claros,
debería haberse tomado la precaución de poner a esta persona en
aislamiento". "El umbral no es matemático", ha añadido refiriéndose a la
temperatura de la sanitaria. También ha analizado que siendo la
infectada una profesional "es de suponer que haya tomado precauciones".
Las autoridades sanitarias han contado que están "haciendo una lista de los contactos" que esta técnica y su marido han mantenido desde que dejó de trabajar. Aunque no han especificado dónde ha estado el matrimonio durante estos días. Sobre la manera en que contrajo la enfermedad, Sanidad no tiene aún respuestas. "Se está investigando el mecanismo". Han asegurado que no tienen "constancia de que hubiera algún accidente".
Las autoridades sanitarias han contado que están "haciendo una lista de los contactos" que esta técnica y su marido han mantenido desde que dejó de trabajar. Aunque no han especificado dónde ha estado el matrimonio durante estos días. Sobre la manera en que contrajo la enfermedad, Sanidad no tiene aún respuestas. "Se está investigando el mecanismo". Han asegurado que no tienen "constancia de que hubiera algún accidente".
La paciente será tratada en el Hospital
Carlos III. El personal del SUMMA 112 que la atendió o los 30 sanitarios
que estuvieron con el sacerdote tendrán "vigilancia epidemiológica", ha
dicho Alemany. Este lunes por la noche, la Consejería de Sanidad de
Madrid ha convocado a los sindicatos del sector. Allí no han podido
especificar porqué se la ingresó en el hospital de Alcorcón más allá del
hecho de que sea vecina de esa localidad. "No debería haber acabado
allí", especifican fuentes de esa reunión. "Eso es lo que hay que
averiguar ahora, en qué está fallando la cadena", añaden. De hecho, la
auxiliar debe ser tratada en el Carlos III.
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