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jueves, 4 de febrero de 2021

¿Por San Blas, la cigüeña verás?

 
Nido de cigüeña blanca (Ciconia ciconia. Amiamoko zuria) en el Humedal de Salburua (Vitoria-Gasteiz). 28.01.18.

 

El 3 de febrero se celebra la festividad de San Blas, y con ella el refranero dice que “Por San Blas, la cigüeña verás”. Pero eran otros tiempos. 

 

Según datos de SEO/BirdLife cada vez son más las cigüeñas blancas (Ciconia ciconia. Amiamoko zuria) que permanecen todo el año en la península Ibérica, sobre todo por el fácil acceso a comida en los vertederos. Este hecho, que ha permitido la recuperación de la especie, puede tener otra cara: los elementos tóxicos de la basura inciden en la salud de las aves.

 

 
 
Cigüeñas blancas en el vertedero de Gardelegi (Vitoria-Gasteiz). 18.02.18. 
 

 

Antes de la concentración de residuos humanos en los grandes vertederos urbanos, apenas el 2% de la dieta de las cigüeñas provenía de basura. En la actualidad, supera el 75%.

 

Sin embargo, y tal y como se dice en una publicación de SEO/BirdLife, no es la única intervención del ser humano sobre la especie. “Antiguamente, se recibía a las cigüeñas como auténticas deidades o símbolos de buenaventura, con capazo de bebé incluido.

 

 En la actualidad, es cada vez más fácil ver todo tipo de sofisticados dispositivos para evitar que aniden en los tejados de iglesias y edificios: empalizadas de pinchos afilados, dispositivos antiposado o cables electrificados que, en algunos casos, son de dudosa legalidad. A ello se unen las retiradas de nidos dentro del periodo de cría”.  

 

Este tipo de soluciones no siempre se ajustan a Derecho. Las cigüeñas están protegidas por la legislación al igual que sus nidos, pollos y huevos. Darles muerte, molestarlas o destruir sus nidos puede llegar a ser delito.

 

 Está ocurriendo en no pocos sitios que, a través de todo tipo de dispositivos, se trata de impedir la llegada y nidificación de las aves en los tejados, un gesto que puede llegar a ser delito. La cigüeña blanca, una especie protegida, forma parte de nuestro patrimonio natural que debe y merece convivir con el patrimonio histórico.

 

Pero, también se puede producir un nuevo contexto, producido por el cumplimiento de la normativa europea, por la que los vertederos se van adaptando y sellando paulatinamente. 

 

La desaparición de basura al aire libre puede impactar, a corto plazo, en el número de ejemplares, pero, a la larga, puede ser su propio seguro de vida y devolver a la población de cigüeñas a estado más natural, esto es, a las migraciones que las hacen volver por San Blas, o unas semanas antes.

 


Concretamente, el cambio climático y la facilidad para obtener comida en los vertederos como se ha comentado anteriormente, han cambiado también su rutina, y en algunos lugares, y, por ejemplo, en Euskadi, han llegado a venir a finales de noviembre y primeros de diciembre.  Es decir, con un adelanto de unos dos meses, con respecto a la fecha de San Blas. 

 

 
 
 
 
 

 

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