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miércoles, 8 de agosto de 2012

Corbatas sindicales * ... y después de vacaciones * El rey escucha las quejas de los sindicatos por los recortes y se marcha a Mallorca


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A nuestro rey le han entrado las premuras y ha mandado llamar a Cándido Méndez y a Fernández Toxo para enterarse de qué es esto de la crisis desde el punto de vista del trabajador. Hasta aquí, todo correcto. Está bien que nuestro rey busque otras visiones de la crisis al margen de las que, cotidianamente, le ofrecen empresarios con colmillos o políticos a los que les han cosido la boca con horquillas de la Merkel. No se pasa igual de bien en Marivent si no te enteras de lo mal que lo están pasando otros.

Así que el rey cumplió con su deber y punto. El problema han sido Cándido y Toxo, que no han estado a la altura. A mí, personalmente, me han disgustado sus corbatas. Azules, para más inri. Ese colorcito guerracivilero, o de ciertas bancadas del congreso, o de algunos fondos mitineros de atrezzo partidista.

No es justo que nuestros sindicales acudan siempre a arengar a su pueblo medio descamisados, y que después se disfracen de magnates de medio pelo para visitar a un vulgar monarca. Dice muy poco de su sentido de la jerarquía y de sus formas y maneras revolucionarias. Y de su fondo de armario.
La corbata es el símbolo sastre de la opresión. Y no porque la suelan vestir los opresores, sino porque nos la obligan a poner a los oprimidos en nuestra oficina mileurista, por ejemplo. Que Cándido y Toxo hayan ido a ver al rey de corbata es un símbolo de humillante vasallaje, que mi querido Toxo remachó al decirle al monarca: “Cuánto honor”. Toxo y Cándido fueron vestidos como dios manda a la oficina, en este caso la Zarzuela, y eso pone muy en entredicho su capacidad de rebeldía. Y los trabajadores, lo que realmente necesitamos hoy de nuestros sindicatos, es rebeldía.


Un sindical tiene la obligación de visitar al rey con la camisa arremangada, la barba de dos días y los ojos fatídicos, que es como se le han quedado al pueblo de tanto espejo roto de miseria. Lo demás es porquería y respeto institucional.
Las instituciones llevan años sin mostrar el mínimo respeto al pueblo, al trabajador, al pensionista, a la mujer y al parado, así que no sé por qué mis representantes sindicales se tienen que vestir de traje y corbata por respeto a quien no les respeta a ellos.


Ya hace años que Noam Chomsky nos advirtió de que la lucha de clases moderna se había convertido en una guerra unidireccional, del opresor contra el oprimido, del rico contra el pobre, del militar contra el poeta. Una guerra sin contraataque es un exterminio. Y Cándido y Toxo nos demostraron ayer, en Zarzuela, una vez más, que la clase trabajadora se conduce obediente y ella sola hacia el exterminio. La única razón que puede justificar que dos líderes sindicales visiten de corbata a un rey, es que vayan a atar al rey de pies y manos con dichas corbatas, y a secuestrarlo para canjearlo por la dignidad obrera.


Con esos trajes que llevaban, que parecían los padrinos de una boda de pueblo, nuestros sindicalistas han traicionado un poco a la grey trabajadora, a los ejércitos de miserables que habitan nuestra ruina, y a la historia de CCOO y de UGT.
En lo demás, en lo del referéndum y todas las otras chorradas, estoy de acuerdo plenamente con lo que le plantearon al rey mis admirados líderes sindicales. Pero lo de las corbatas azules me va a resultar muy difícil de olvidar.




... y después de vacaciones




Los secretarios generales de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez, se reunieron este martes con el rey Juan Carlos, al que han expusieron su visión crítica por los últimos recortes aprobados por el Gobierno, así como su análisis del actual escenario de crisis económica. El encuentro, convocado de manera urgente a instancias del rey, fue el último acto oficial del monarca antes de su regreso a Mallorca para continuar con su descanso estival.

Los sindicatos trasladaron al rey su "preocupación por el empeoramiento de la situación económica y por el daño que la política de recortes económicos y sociales del Gobierno está provocando", según la nota de prensa difundida por UGT tras el en. Toxo y Méndez también mostraron al rey su rechazo a un segundo rescate -después del bancario- y expresaron "la necesidad de someter a referéndum las políticas que está desarrollando el Ejecutivo, radicalmente diferentes a las planteadas en las últimas elecciones generales".

"Las políticas de durísimo recorte del gasto público y las llamadas reformas estructurales para reducir el déficit público son un suicidio para nuestro país y están frenando las posibilidades de recuperación económica y generación de empleo", añade la nota. 

En su primera visita conjunta al Palacio de la Zarzuela desde hace dos años y medio, Méndez y Fernández Toxo fueron recibidos a la una de la tarde. El saludo entre el monarca y los líderes sindicales fue cordial, algo que tiene sus importancia dado que los dos sindicatos mayoritarios fueron muy críticos con el hecho de que Don Juan Carlos presidiera el Consejo de Ministros deliberativo que precedió al formal en el que el Gobierno de Rajoy aprobó su plan de recortes. Entonces Toxo y Méndez acusaron al Ejecutivo de utilizar en su favor la figura del rey.

Toxo incluso lamentó algunos comentarios del rey en favor de los recortes y los atribuyó a que el monarca solo conocía las grandes líneas del plan, por lo que pronosticó que, cuando conociera todo el contenido, el jefe del Estado cambiaría su discurso.

Pero todo eso se olvidó a las puertas del palacio de La Zarzuela. Toxo y Méndez, los dos con corbatas en tonos azules, fueron recibidos por don Juan Carlos en el Salón de Audiencias de la Zarzuela, y saludaron al rey con un "buenas tardes".
Toxo completó su saludo con el comentario "cuánto honor", mientras que Méndez preguntó al rey "¿cómo está usted?" y, al responderle don Juan Carlos con un sonriente "bien", el líder de UGT añadió: "Me alegro mucho".

Comentarios distendidos

Mientras posaban juntos para los medios gráficos, el rey intercambió unos primeros comentarios distendidos con sus invitados y, a continuación, los tres pasaron al despacho del jefe del Estado para mantener una reunión a puerta cerrada.

Tras la reunión el rey regresará a Mallorca, donde mañana por la noche presidirá junto a los príncipes de Asturias, en el Palacio de la Almudaina, la tradicional cena que ofrecen todos los años a las autoridades de Illes Balears durante su estancia estival en Mallorca.

Los secretarios generales de CCOO y UGT, que habían mantenido el 5 de julio un encuentro con la canciller alemana, Angela Merkel, se reunieron el día 26 con Rajoy tras reclamarle durante tiempo un encuentro. Entonces adviertieron al presidente del Gobierno de que no descartaban convocar una huelga general contra su política económica.





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