Conflictos mundiales * Blog La cordura emprende la batalla


viernes, 24 de marzo de 2023

TRISTE e INESPERADO ADIÓS de Jorge Javier Vázquez en Supervivientes 2023 por debacle de audiencias


 ** TRISTE e INESPERADO ADIÓS de Jorge Javier Vázquez 

 

 en Supervivientes 2023 por debacle de audiencias

 ** El presentador vuelve a dar que hablar en una gala cuyos datos de audiencia confirman la necesidad de una renovación antes de que sea demasiado tarde 



MARTA RIESCO DESPEDIDA POR ANA ROSA QUINTANA

 

MARTA RIESCO DESPEDIDA POR ANA ROSA QUINTANA


 

lunes, 20 de marzo de 2023

La baldosa de Bilbao: el símbolo más extendido de la Villa


Responsables de que en Bilbao a veces llueva hacia arriba, estas piezas grises que adornan el callejero bilbaíno son un símbolo de la Villa.

 El Museo Guggenheim, el Athletic, las Carolinas o Marijaia son algunos de los nombres que nos vienen a la cabeza al pensar en emblemas de la Villa. No obstante, si hay uno que está presente en cada uno de sus rincones, que se repite a lo largo y ancho del callejero bilbaíno, esa es la famosa baldosa de Bilbao.  Los cinco círculos en forma de flor que la componen son desde hace décadas un símbolo de la ciudad. Pero quizás desconozcas que este diseño tan característico, particularmente el de los surcos que parten de la roseta central, se ideó con el objetivo de evitar que el agua se quedase estancada y se formasen charcos.  Aunque es probable que te parezca hasta irónico ya que, lejos de lograr su cometido, la realidad es que más de un pantalón, calcetín o zapato se te habrá mojado con el agua de las baldosas. Y es que en Bilbao, a veces, también llueve hacia arriba.  No obstante, salpicaduras rutinarias al margen, las baldosas son parte del patrimonio bilbaíno. De hecho, su particular dibujo no solo está presente en el suelo que pisamos a diario, sino también estampado en prendas u otros souvenirs e incluso en dulces que adoptan su forma. Pero, ¿por qué es tan especial nuestra baldosa? 

La verdad es que justificar el cariño que se le tiene a la baldosa de Bilbao no es tarea sencilla. Al hecho de que ayude al extraño fenómeno de llover hacia arriba hay que añadirle su poca adherencia al suelo y la necesidad de reponerla periódicamente por desgaste. Sin embargo, es indudable que existe un apego especial hacia ella y prueba de ello es la canción que le dedicó un icono bilbaíno como la Otxoa.  Sus orígenes no están del todo claros. Se cree que fue creada por primera vez entre las décadas de los 40 y 50 en los talleres del Ayuntamiento, pero no hay ningún registro fehaciente que lo confirme. Lo que sí es una certeza es que fue a partir de la década de los 90 cuando la Villa empezó a sentirla como algo propio, como un símbolo de identificación único y especial.

 Sería negar lo innegable si dijéramos que no hay un parecido entre la baldosa de Bilbao y el panot de Barcelona, que le precede en su origen. No obstante, aunque las flores parecen estar hermanadas, al no haberse esclarecido la procedencia del adoquín bilbaíno, tampoco se ha probado que su diseño esté inspirado en el barceloní.  Y siguiendo eso que dicen de que los pequeños detalles marcan la diferencia, la más notable entre las dos baldosas son los surcos que caracterizan a la de la Villa. Si bien es cierto que la teoría más extendida dice que su incorporación al diseño fue una mera adaptación del trazado de la Ciudad Condal a las inclemencias del clima bilbaíno.  En cualquier caso, a pesar de que podría decirse que al pisar esta baldosa nos movemos sobre una procedencia incierta, está claro que el cariño hacia ella es imperante. Puede que la razón de que sea un símbolo de Bilbao se incline más hacia lo sentimental, pero ¿acaso en algún otro lugar llueve hacia arriba?

 

Edificio Guridi: todo un icono modernista de comienzos del siglo XX




miércoles, 15 de marzo de 2023

Tensa DISCUSIÓN entre Asraf y Ginés por el FUEGO en ‘Supervivientes 2023’: “¡No me hables así!”.

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**  Tensa DISCUSIÓN entre Asraf y Ginés por el FUEGO en ‘Supervivientes 2023’: “¡No me hables así!”.

A comienzos de semana veíamos el primer hito de Supervivientes 2023: Asraf Beno conseguía hacer fuego con ayuda de un insólito objeto, el cordón de su zapatilla, y con la coautoría de Ginés. La proeza trajo la alegría a Playa Fatal, donde los concursantes de esta localización tienen que convivir en condiciones muy duras. 

De ahí la importancia de lograr tan pronto el fuego: necesitan comer caliente.  Sin embargo, el fuego también está siendo motivo de tensos encontronazos en las últimas horas. Y nuevamente, han sido Asraf y Ginés los protagonistas. 

Parece ser que el novio de Isa Pantoja recrimina al tiktoker no hacer lo suficiente por mantener vivo el fuego, algo que los ha llevado a elevar la voz y que interviniesen sus compañeros.  Una semana después del estreno de Supervivientes 2023, las tensiones afloran entre los habitantes de Honduras. 

Esta vez, entre los robinsones de Playa Fatal. “Este está mojado, este también, mira…”, le decía Asraf a Ginés sobre cómo mantener el fuego vivo y no apagarlo. “Vale, vale”, contestaba el rey de los bocadillos.  “Los mojados que se queden ahí, pero no los pongas. Ponlos secos”, insistía el novio de Isa Pantoja. 

Entonces, Ginés saltaba ante las indicaciones de su compañero: “He hecho yo 7.000 lumbres todos los años, ponlo tú”. “Pero no es para ponerse así”, le responde Asraf. Sin embargo, Ginés no piensa lo mismo: “Hazlo como te salga de los huevos”....  

Mejor será que veas el vídeo...

 

 


La crisis de Telecinco: cómo recuperar la audiencia perdida

 
 Belén Esteban ayer en 'Sálvame' mira atentamente su móvil: el smartphone ha cambiado la manera en la que nos relacionamos con la TV.

 La crisis de Telecinco: cómo recuperar la audiencia perdida

 Nueva temporada y nada huele a nuevo en la televisión nacional. Ni siquiera las novedades de aquellas cadenas que necesitan reinventarse para ganar adeptos. Las propuestas de Telecinco suenan a una década atrás: concursos cazatalentos, búsquedas del amor entre un casting de pretendientes, espacios con pruebas de paternidad... Como si nos hubiéramos quedado atascados en un bucle que intenta conectar con una audiencia que ya no existe.  

Los anuncios de lo que viene en el nuevo curso no contagian como antaño esa ilusión por todo lo que está por venir. Ya no provocan en el público la excitación de aquellas galas de presentación de temporada que celebraban un venidero curso donde todo iba a ser posible, repleto de programas, series y estrellas con nombre propio que apetecían ser vistas. El espectador se sentía partícipe, tenía ganas de descubrir las propuestas.  

Ahora todo es más intercambiable y suena a refrito lowcost de algo que ya consumimos. No es que haya una crisis de ideas, es que a las cadenas les cuesta apostar por los formatos que se salen de la fórmula que tienen contrastada y que sienten que manejan con soltura. Normal, canales como Telecinco creían conocer con claridad qué querían ser y da la sensación que han perdido repentinamente el compás de gustos del público.

 La pandemia ha cambiado más de lo que parece la manera en la que nos relacionamos con la televisión. Los programas de encierro han quedado desfasados, el espectador quiere liberarse de la claustrofobia del conflicto de la convivencia y evadirse con otras telerealidades a las que no se les vean tanto las costuras.

  El periodista Javier Sardá, que se casó hace unos meses, es casi irresistible a sus 48 años. Tras abandonar 'Crónicas Marcianas' se dejó barba, que no le hizo perder atractivo. 'Crónicas Marcianas' y la risa que delató a Javier Sardá Sin embargo, los vicios de la feroz competencia televisiva impiden dar margen para que se asiente lo diferente. 

Esperar significa que parezcas un perdedor. Mientras tanto, las inconformistas nuevas generaciones encuentran el entretenimiento, la información y las dos cosas juntas en otros espacios. No sólo en las plataformas bajo demanda, también en otros soportes y aplicaciones. 

Aunque, que nadie se engañe, la televisión clásica continúa como el gran medio de masas. Ese punto de encuentro donde los anunciantes se aseguran un público masivo conectando a la vez con el mismo programa. Siempre existirá una gran audiencia ávida de vivir y comentar en comunidad grandes formatos que se emiten en riguroso directo. 

También por parte del público más joven.  Pero para empezar esta particular reconquista de públicos hay que saber leer los gustos de los espectadores desde un prisma actual y no desde un prejuicio desfasado. Ahí hay un salto generacional que la tele diaria retrata. Muchas veces se definen los contenidos televisivos pensando en una audiencia que ya hace tiempo que no existe. Y las generaciones de menos edad asocian TV a una especie de trileros de la última hora. 

    Para ser más competitiva, la tele debe incidir en aquello que distingue a las cadenas tradicionales de los otros medios de comunicación, las redes sociales y las plataformas bajo demanda: la elaboración creativa. Si la estética del canal es pobre, no existen conceptos creativos que generen vínculos especiales con el espectador y sólo se asiste a un debate trepidante que podrías encontrar en Twitter, se derrumba el valor añadido de la experiencia televisiva.

Más aún cuando el público está resabiado de las viejas trampas de retener su atención con los anzuelos de "exclusivas", "momentos históricos" y "la polémica nunca vista". Antena 3 está fuerte porque su oferta se asienta en la perseverancia de apostar por una diversidad de géneros con diferenciadas escenografías que, además, son luminosamente amplias y cuentan con contenidos que no dan rodeos.

 Así ha adelantado a Telecinco, que se ha quedado como paralizado. Quizá porque parecía difícil que le costara tanto liderar a un canal con la oferta en directo mejor posicionada, con El Programa de Ana Rosa y Sálvame marcados en la rutina diaria del espectador.

 Tal vez nadie se percató de que una pieza como Pasapalabra iba a ser tan decisiva, ya que desengrasaba la cadena del monotema predominante del canal y aupa al posterior informativo. 

La pérdida de este eje vertebrador ha evidenciado que Telecinco necesita otros géneros televisivos que rompan con la homogeneidad excluyente del grueso de su programación (o eres muy fan de las tramas internas o te quedas fuera), el problema es que da la sensación que se han olvidado cómo se hace la tele sin polígrafos, enfados, infidelidades y pruebas de paternidad. 

 Rocío Carrasco, en 'En el nombre de Rocío'. Telecinco, quemando a Rocío Carrasco


Borja Terán





LA COPE SE LO PASA EN GRANDE CON EL PENAS Y SU XIKA


 
 ** LA COPE SE LO PASA EN GRANDE CON EL PENAS Y SU XIKA

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